jueves, 16 de julio de 2009

LOS DUENDES Y EL MAESTRO ARMENTHAL


Alexiis y Sergio, 15 de julio de 2009

ALEXIIS: Son las cinco de la tarde; suavecito, suavecito… el campanilleo. Bueno, nos reímos, pero acá estamos, a ver quién se presenta ahora. Me aparece la imagen de un duende juguetón, que está queriendo jugar con nosotros.

DUENDE: La presencia de los duendes en esta vivienda es real, y ya se ha comprobado. También hay duendes juguetones que quieren poner a prueba la paciencia de los humanos con los que viven. Así que la mejor forma si ustedes tienen una semejante energía en sus hogares, es darles la bienvenida, recibirlos con amor. Si fuera una mascota, un gatito, por ejemplo, a ustedes les divertiría verlo jugar. Bueno, diviértanse con los duendes que quieren jugar, no los rechacen. Somos entidades tan vivas como ustedes; habitamos con ustedes. Algunos de ustedes son capaces de vernos, otro no. Hoy quisimos manifestarnos de esta forma.

Sergio se ríe…

Alexiis: DUENDE: Sí, Sergio, te estás riendo.

Sergio: Ahora les cuento por qué.

Alexiis: DUENDE: Muy bien, adelante, hermano, decílo.

Sergio: La razón de mi risa es porque comenzaron a sentarse; ahora los veo, están sentaditos uno al lado del otro, sobre lo que podría parecer en borde de un mueble o algo de madera, con los pies cruzados, moviendo las piernitas para atrás y para adelante –con carita de “yo no fui”- me vino la… a ver, ¿cómo puedo explicar esto?

…La sensación del olor y del sabor de cosas cocinadas; esas cosas ricas de invierno, o esas cosas ricas que a los humanos nos resultan sabrosas, que pueden ser: galletitas, torta, un vaso con leche caliente en medio del frío…

Alexiis: Chocolate, también…

Sergio: Chocolate también, avena con leche; ese tipo de cosas. No lo pueden comer –por supuesto- pero les gusta la energía que desprenden. Una de las cosas que me están mostrando, es un sector de la casa para dejárselos a ellos… Vainillas, esa es una de las cosas que más les gustan. El dejarles como pequeñas ofrendas para ellos.

Esa es una de las costumbres de la vieja Europa, muy respetada todavía hoy. Donde todavía, en ciertos pueblos de ese continente, se les da una ofrenda, se los tiene en consideración, sobre todo en la parte norte de Europa…

Sergio: DUENDE:… donde cuentan las leyendas que nosotros, los duendes, las hadas, los elementales de la naturaleza, hemos estado acompañándolos a ustedes durante tanto tiempo. Pero esos cuentos, esas historias, han surgido allí, en Europa, para todo lo que ustedes llaman el mundo Occidental. Sin embargo, nosotros también existimos en Oriente, en el África, en Australia, en todos los continentes. Cada uno de nosotros, en esos lugares recibimos nombres diferentes, pero somos la misma energía, de estos que recién Alexiis llamaba duendes, que estamos en las casas, que estamos en los jardines, que estamos en las macetas de los balcones, que estamos en cada uno de los lugares. Porque inclusive estamos dentro de ustedes. Puede ser que les llame la atención.

Sergio, recién, cuando comenzó a hablar Alexiis, la primera imagen que tuvo de nosotros fue en su intestino…
Sergio: Es cierto lo que está diciendo; es así… (Sergio se sorprende)

Sergio: DUENDE: ¡Claro que es cierto! ¿Por qué? Porque nosotros somos los que desarrollamos las tareas, como elementales, nosotros somos los encargamos de la asimilación de muchos de los alimentos en el organismo de ustedes. No es solamente química, también es energía. Esa energía es la que nosotros movemos; hay una energía inteligente en el organismo que hace todos estos procesos, que mueve todas estas cosas. No es sólo química, asociación de enlaces, enzimas. No, eso se mueve porque nosotros hacemos esa tarea en el cuerpo de ustedes.

Algunos les toca la zona del intestino –cosa que les encanta- pero no les gustaría la sangre, o estar en el cerebro o en los pulmones, haciendo el intercambio gaseoso del aire. En cada uno de ellos hay representantes nuestros, con formas distintas, si ustedes pudieran vernos.

La manera más sencilla de poder asociarnos a una imagen es como pequeños estallidos de luz. Según los colores y la intensidad, vamos a ser de un tipo o de otro. Así que préstennos atención en eso. Ustedes van a encontrar que hay esos pequeños destellos alrededor de ustedes.

A nosotros nos resulta muy gracioso cuando hay gente que se agacha y se levanta de golpe y dice: “Hay, nooo; veo estrellitas”. Bueno, esas “estrellitas” somos nosotros. Lo que pasa es que nos pescaron justo cuando nosotros nos desprevenimos en esos momentos, así como bruscos. Pero siempre estamos y los acompañamos.

Y recuérdennos; cuando ustedes tengan dolencias en el cuerpo, cuando estén como desanimados, generalmente ustedes acuden a Maestros a ángeles –esos seres tan imponentes e importantes- pero nosotros somos los que estamos en la primera línea de acceso de energía. ¡Llámennos!

Porque si ustedes tienen esa panza que les duele, o tienen algún problema en el cuerpo, pídannos a nosotros que los ayudemos porque hay algo que nosotros tal vez les estamos diciendo a ustedes. A partir de eso, pongan más atención a lo que les sucede en el cuerpo, dennos la bienvenida, porque ahí estamos.

Estamos en todo lo que les rodea y somos los encargados de mantener esas moléculas unidas para que ustedes tengan esos objetos, que aparentemente tienen cuerpo, pero eso sucede porque nosotros mantenemos esas moléculas unidas, somos los que tenemos esa tarea para realizar. Así que yo les doy la bienvenida y en mí a todos estos otros, a los que Sergio está viendo sentaditos moviendo los piecitos con cara de yo no fui, como suele decir él –y espero Sergio que no te incomode que yo tome tus dichos. Es parte de nuestra tarea esto de llevarles alegría también. De que se desprendan de ese embrollo mental en el que se meten y se aíslan de quienes verdaderamente son.

La alegría es la esencia de Todo, porque la alegría es el Creador. Entonces, si el Creador es alegría, todos, todo, todo, todo lo que existe es alegría: ustedes, yo, todo. Vuelvan a conectarse con ese punto. Pero si no lo logran, y se pescan a sí mismos metidos en un rollo mental, en un enojo y en esas cosas tan sinsentido, por lo menos para nosotros –creo que en el fondo esto es así- pueden llamarnos, conéctense con nuestra esencia, porque nuestra esencia de alegría los va a sacar rápidamente de ese lugar.

Alexiis, algo que tienes para decir, también.

Alexiis: Soy ARMENTHAL, el Anciano de los Duendes. Me encanta la descripción que hizo Sergio. Hace muchas veces que me he manifestado, pero nunca tan extensa, tan floridamente; te felicito mi hijo, realmente usaste las palabras que yo hubiera querido expresar. Muy bien.

Esto fue un mensaje adicional para esta tarde, que tenía que ser dado, porque hace rato me he comunicado con Alexiis a raíz de unos problemas, y yo le había prometido que iba a hablar con los duendes de su casa. Bueno, hoy, ellos mismos se manifestaron; ahora todo está en paz, en amor armonía. Yo Soy ARMENTHAL el Anciano de los Duendes, que les mando mi amor y mi luz a toda la humanidad.

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