Respiren profundo, alguien se está queriendo manifestar.
Sergio: Me viene a la mente KIMBAUTEL. Repetido, Kimbautel. Puedes, ¿por favor, darme una imagen o presentarte?
Alexiis: La imagen que recibo es como la de un moro, pero no me quiere hablar a mí.
Sergio: Bueno, Kimbautel, yo me ofrezco para ser la voz de tu expresión.
Bueno hermano, vamos a intentarlo; yo no he hecho esto antes y ya que ha habido otros seres que se han manifestado como la conciencia, ahora estás percibiendo que tengo que ver con la conciencia del sector de Asia más conflictivo que hay, que hubo antes y mucho más atrás. Estás viendo una montaña…
Alexiis: Alexiis está llegando a las alturas necesarias. Soy lo que podría decirse un monje tibetano. Ustedes hasta ahora con nosotros no han tenido contacto, no han tenido mucho contacto con oriente, pero como otros, nosotros también nos queremos manifestar. No por nada ustedes hoy han estado viendo las imágenes de todos los maestros antiguos.
Sí, yo he sido un ser muy importante en la Atlántida. Cuando se sabía que se hundiría, fui uno de los que me he ido, porque llevé la información a la zona que ustedes hoy en día llaman Tíbet.
Los que más o menos están al tanto de lo que pasa en el mundo, saben que lamentablemente la zona del Tíbet está muy en conflicto con la China. Pero yo vengo de un tiempo anterior a eso. Del Tíbet cuando Shamballa era el punto de reunión de todas las energías, sea de Occidente como de Oriente.
Ayer, la conciencia de Shamballa se ha manifestado, y se ha mencionado que se tuvo que manifestar porque no era posible sostener esa energía en nuestras montañas.
Creo, Sergio, que con esto te he dado pies para que sigas, porque la idea no era venir a través de Alexiis.
Sergio: Este sector de la Tierra, que fue establecido poco antes dl hundimiento de Atlántida, ese hundimiento en el que aquella vida –como atlante- tuviste mucha participación, y ahora, en tu cuestionamiento de que no aparecía ningún maestro de esa época que se estuviera manifestando ahora, vengo aquí.
Quería hablar directamente a través tuyo, porque tú, como atlante, fuiste uno de los causantes del hundimiento, cuando fuiste un científico que obró sin amor.
Yo, junto con otros, seres, cuando esta situación era inevitable y sabíamos lo que estaba por suceder, remontamos vuelo –podríamos decir- y nos fuimos dispersando por distintas parte de la Tierra. Yo llegué al sector conocido como del Tíbet, en este espacio donde Shamballa se estableció como centro espiritual, en las montañas más altas de la Tierra actual.
Esta conciencia, la atlante, la conciencia espiritual más elevada de la Atlántida, sigue vigente, no se ha perdido, como no se pierde ningún registro de lo que ha sucedido en las distintas épocas y civilizaciones de la Tierra.
Aquí yace muchísimo del conocimiento que tiene que volver a ustedes, a la humanidad actual, a quienes les corresponde sostener la conciencia humana actual. Una conciencia que ha estado profundamente fragmentada, y que ahora es necesario volver a unificar, volver a traer cada una de las partes de la conciencia en sí misma, para que la humanidad en sí misma despierte a lo que verdaderamente es como parte del Uno; como esa unidad divina desde la cual fue concebida en el principio de los tiempos.
Esta conciencia, la conciencia atlante, la que se ha establecido en esta parte del mundo –hay en otras, pero aquí ha sido uno de los centro espirituales- que ha sostenido la luz en la Tierra. Lo ha hecho desde espacio, desde esta nación tibetana que hoy la China está tratando de desaparecer, de eliminar. Es, lamentablemente, parte residual de aquella época atlante, esa conciencia del avasallamiento de otro que no piensa igual; donde no hay amor.
Donde no hay amor es imposible que pueda haber algún tipo de florecimiento, es el marchitar de la vida, es el estar vivo, pero muerto en sí, porque sin el amor es imposible vivir.
La mente, sola, únicamente puede hacer macanas, necesita la asistencia del amor; necesita basarse, ser un instrumento del amor, para poder entonces florecer y llevar a civilizaciones al más alto punto de vibración.
Este es el mensaje que yo hoy quiero dar principalmente a través de ti, hacia toda la humanidad, para que se sepa que esa conciencia atlante está vigente, que la parte más luminosa, más elevada espiritualmente, se ha establecido en este lugar durante muchísimos miles de años, y que ahora se está retirando de aquí para pasar a un nuevo ciclo en otra parte de la Tierra, se ha movilizado hacia América, y en ese sector es donde se está estableciendo al nueva conciencia para esta humanidad.
Aquí, entonces, este va a ser el primero de los encuentros, el primer modo de comunicación, para luego continuar. Porque hay mucho que desgranar sobre esta conciencia ya que muchas cosas que están sucediendo ahora, desde el punto de vista científico y tecnológico, son elementos que están surgiendo de aquella conciencia de la Atlántida. Pero muchos de ellos se están manifestando igual que entonces: sin amor. Lo que tenemos que lograr es unir a ese conocimiento el amor; lograr que la conciencia divina impregne la actividad científica, que impregne la actividad de la farmacia, de la tecnología, porque todo tiene que ser para el bien más elevado. Porque aquello que se esté desarrollando fuera de ese camino es porque simplemente allí no hay amor, es porque simplemente no hay luz. Entonces, en esa sombra, se supone y cree que eso es la verdad… y están tan, tan, tan equivocados.
Hay otro ser que se quiere manifestar; yo, KIMBAUTEL, aquí me retiro desde el Tíbet.
Alexiis: Yo Soy HELENA BLAWATSKY. Por el nombre soy muy conocida para muchos de ustedes. He sido una de las primeras mujeres que ha podido captar a enseñanza espiritual no basada en las religiones, sino basadas –casi diríamos- en las enseñanzas de los Maestros.
Sé que la filosofía que yo he escrito, que he volcado en el papel es muy difícil de entender para muchos humanos; no importa, ya que después hubo quienes lo pasaron a palabras más simples, más comprensibles para la mayor parte de la humanidad.
Pero la base de mis enseñanzas, la base del amor, quererse a sí mismo, la base de honrar todo, sigue siendo válida.
Tanto yo, como otras mujeres que hemos estado en el mismo camino, tanto como Alice Bailey, Annie Besant, y la más conocida que ha implantado la metafísica en el mundo humano: Cony Méndez, todas estamos unidas- todas estamos unidas con los Maestros, enviando nuestra energía, nuestro amor para el despertar.
Quiero recalcar la importancia del conocimiento metafísico, como ustedes lo llaman hoy en día, porque es la base del crecimiento, de la toma de conciencia de lo que ustedes realmente son.
Como ya dije, Cony Méndez fue la que puso las enseñanzas –como ella decía- en palabras de a centavo.
Todos nosotros estamos reunidos, tal como lo están los científicos, de quienes ustedes ya han recibido los saludos, de Einstein, de Tesla, de Madame Curie, así, nosotros, representamos las que hemos infundido las enseñanzas espirituales que tienen que regir el planeta, donde no hay separación de religión, no es una religión, es el amor, es la base del amor, y eso, en representación de todas mis compañeras, es lo que vengo a comentar hoy.
La toma de conciencia de la importancia del amor hacia sí mismo, hacia la humanidad, y hacia todos los reinos, hacia todo ser viviente y aún hacia los que ustedes creen que no tiene vida. El amor hacia la Madre Tierra y hacia todo el universo, llegando hasta el Creador.
Yo Soy HELENA BLAWATSKY.
Sergio: Muy buenas noches, quiero presentarme, mi nombre es ADAMUS SAINT GERMAIN, y estoy aquí presente también, en este encuentro.
Recién escuchaba las palabras de Blawatsky, donde se expresaba sobre el conocimiento vertido por Maestros que no tienen que ver con religión alguna, y de mi muy amada y siempre querida Cony Méndez. Fue a través de ella que se esparció este conocimiento hacia tantos y tantos lugares referidos a los comienzos de la metafísica, uno de los puntos más bellos que yo recuerdo haber realizado en pro del despertar de la conciencia humana.
Hoy estoy aquí también, porque quiero invitarlos. Ustedes bien saben que Tobías ha delegado en mí la continuación del trabajo que él inició ya hace bastante tiempo. Pero él, digamos, está bastante entretenido con Sam, y ha dejado la tarea de la enseñanza de manera pública, que ahora he asumido yo.
Y quiero decir que así como ustedes en las escuelas por donde han pasado o todavía están, tienen que ir aprobando niveles cada vez más difíciles, en este cado vamos a pasar a un siguiente nivel. Las distintas enseñanzas y lo que yo vengo a traerles a partir de ahora, continuando el camino que inició Tobías, esta va a ser a un nuevo nivel; vamos a pasar a un nivel más elaborado, con mayor exigencia, donde acá no solamente va a haber información, sino que también habrá que hacer mucha tarea; va a haber espacio también para la diversión. Sé, que a mí no me tiene muy puesto en ese lugar de maestro simpático –más bien me tienen como uno muy formal, muy académico- pero esas son las imágenes que ustedes se han creado. Es cierto, a mí me gusta el misterio, soy un maestro del misterio y me gusta mantenerme en él. Pero eso no quita que también tenga el espacio de la alegría, también a los momentos de distención.
Pero lo que yo vengo a proponerles ahora, en estos trabajos que vamos a empezar ahora es trabajo. Trabajar con ustedes intensamente porque cada nuevo nivel implica una nueva responsabilidad.
Una cosa es –como lo está viendo Sergio, ahora- un niño restregándose los ojos cuando recién se despierta en algo; ése, sería un poco el estado de la humanidad hoy, que está despertando a que hay otra realidad hoy; despertando de un sueño que fue tan vívido que pensó que era real, y se está empezando a dar cuenta de que no era así, que se trataba de un sueño. Y ahora, una vez que se lave la cara –por decirlo de algún modo- y se despabile, ahí se da cuenta que está en otra realidad; y ahí es decir, “bueno, ¿por dónde camino con esta nueva realidad?”
Ése, es el paso siguiente que tiene que dar esta humanidad. Y yo estoy acá, ahora, en muchas facetas de mi actividad, y una de ellas que a mí siempre me ha apasionada y es una de las principales para mí, tiene que ver con la enseñanza, con la divulgación. Esta enseñanza va a ser dada, a partir de ahora, heredando el espacio de Tobías, para un nuevo nivel.
Por lo que vayan preparándose; lávense bien la cara, quédense bien despiertos, porque lo que viene es mucho trabajo –bastante exigente- pero sepan, que ya estamos en condiciones de poder transitar ese nuevo nivel.
Sé, que muchos de los que están escuchando esto, que han sido fervientes seguidores de Tobías, no van a estar conmigo. Y sé, que otros, que también lo fueron, van a seguir conmigo. Esto es natural, cada uno toma en relación a la vibración en la que se encuentra… y hay muchos que van a comenzar a hora a transitar este espacio, que antes no estuvieron muy en contacto con la tarea de Tobías; eso es muy natural y es lo que va a seguir sucediendo.
Sé, que este grupo que tenemos acá, con la asistencia de Alexiis, con su centro en este espacio nuevo donde se está desarrollando, ella va a ser difusora de esto que se va a estar desarrollando, así que no va a haber excusas para decir “¿cómo puedo llegar a ello?”. La vida siempre se encarga de poder mostrarles y llevarles aquello que necesitan. Estamos llegando a ese estado.