Alexiis, 8 de diciembre, 2009
Amados Maestros son las once menos cuarto de la mañana, perdón la demora en responder, ya tenía conectado el grabador y tuve una larga charla con mi hija mayor, a la cual no le puedo decir que no la puedo atender porque tengo que canalizar.
No puedo dejar que ella maneje mi vida a su modo, tiene miedo, sí, si pudiera creo que me encerraría dentro de una burbuja de cristal para protegerme, pero eso no lo puedo permitir porque tengo que vivir mi vida.
Muy bien, disculpen esta introducción, aquí estoy esperando poder elevarme como para poder recibirlos. . . .
Soy Kirael, Alexiis, sé que en estos últimos tiempos las diferencias entre los humanos y digamos, los que se llaman trabajadores de la luz, que son humanos también pero que tienen una evolución espiritual más ascendida, va a ser muy difícil. Esos encontronazos como los has tenido recién, los van a tener muchos, ya lo han vivido a lo largo de todo su camino, ustedes saben que mucha gente los ha tildado de locos y las mil y una cosas que no viene al caso para detallar acá.
Todos ustedes, todos los trabajadores de la luz y todos los que están despiertos y que están en contacto con nosotros, se van a ver enfrentados a un tiempo difícil, van a ser una cantidad de días muy duros en los que van a tener que luchar para mantenerse en su posición, tal como pasó recién. No deben ceder su terreno, no deben dejarse doblegar porque, aunque sea que una hija piense de otra forma.
Es lamentable que esto sea así, pero no queda otra, ya el tiempo para el despertar está llegando a su fin.
Con esto Alexiis no quiero decir necesariamente que tu hija por ahí no da un vuelco a último momento, porque tiene todas las bases para darlo, pero en este momento todavía en ella prevalece el miedo de lo que le puede pasar a la mamá, la que recibe a gente con todo su amor, a gente que no conoce, a gente que vio una sola vez y ahí es donde ella quisiera encerrarla totalmente y resguardarla.
Sé que esto no es una vida aceptable para un trabajador de la luz, para un faro de la luz, un faro que tiene que estar parado libre, libre expuesto al aire, al viento, a las tormentas, pero tiene que estar ahí firme en su posición y es eso lo que necesitamos, esa firmeza de posición, ese saber de que ‘yo pertenezco ahí y esto es lo que tengo que hacer’.
Ya pasó el tiempo de las dudas, ya tienen que estar firmes, cada día, cada hora, cada segundo tienen que afirmarse en su posición y sé que no es fácil.
Los días venideros no van a ser fáciles para ninguno de ustedes, pero saben que cuentan con todo nuestro apoyo y todo nuestro amor.
Este es mi breve mensaje de esta mañana, Yo Soy KIRAEL.
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