Azton, Alexiis - 8 de agosto de 2009
ALEXIIS: Respiramos profundamente y nos conectamos con el corazón. Estamos aquí reunidos con la intención de la sanación de la Argentina.
AZTON: Buenas tardes, chicos. Soy YESHUA y vengo aquí para abrir este trabajo de sanación que se han propuesto realizar.
Sé que cada uno de ustedes está procesando todavía lo que ha sucedido estos últimos días. Pero sin embargo, esta sanación no se puede postergar y es en esta nueva energía que va a poderse realizar todavía con mayor éxito.
Junto a ustedes estamos muchos seres de luz para asistirlos. En el centro se encuentra, 
También está presente la Madre María; mi madre y la de todos ustedes. Está la presencia del Amor, como la conciencia que va a ser la liberadora de todas estas energías. Tengan en cuenta que serán asistidos por legiones de ángeles, así como el Concejo de Luz que orienta el andar de la conciencia de la Argentina. Ellos están dando su bendición a esta tarea, y la conciencia de vuestra nación en este momento está en una actitud de apertura y recepción a lo que ustedes y nosotros vamos a realizar.
Yo me quedo aquí, a un lado, y dejo que se pronuncie Águila Blanca, quien va a dar las directivas de lo que se va a hacer.
Saludos a todos; yo soy el JEFE ÁGUILA BLANCA y estoy aquí ya dispuesto para poder realizar la tarea que ha sido encargada a ti, hermana Alexiis, y por tu intermedio dada a conocer a los demás.
Hoy, ustedes cuatro presentes físicamente aquí, están representando a la humanidad que está asistiendo a esta liberación.
Esta parte de la Tierra, que ustedes todavía conocen con el nombre de Argentina, está llamada a recibir a muchísimos de vuestros hermanos en tiempos venideros, donde va a surgir nuevamente la sabiduría que guardan ciertos sectores de la tierra que conforma esta nación. Nación de hermanas y de hermanos que hoy se abre para su sanación de energías ancestrales para ser liberadas.
Ancestrales, no sólo se refiere a la historia presente que ustedes conocen; indica también la parte de civilizaciones antiquísimas que ustedes ni siquiera tienen idea que existieron en este lugar, pero que cada una fue aportando, en sus diferentes creaciones, en algunos casos de infinito amor, pero en otros casos de mucha sombra.
Hoy estamos aquí para poder liberar esas sombras antiguas, esos elementos ancestrales que ustedes, que son de la Argentina, están en este momento sosteniendo y que debe ser liberado ya. Liberado de lo que ya no es la verdad.
Vamos a proponer ahora es que cada uno se centre, se conecte con la Madre Tierra, profundamente anclado en ella, y puedan poner la intención, porque es desde ahí desde donde va a realizar esta tarea, desde la intención, colocar a intención para sanar todo aquel proceso, todo aquel elemento, toda aquella energía que ha quedado trabada, sin resolver, en todo aspecto de la manifestación humana. No solamente el social, el político, el económico y de relación entre los seres humanos actuales, sino también lo que pasó que tiene que ver con la relación con la naturaleza, entre los pueblos que habitaron este lugar, entre las distintas civilizaciones.
Mientras voy diciendo esto, vayan imaginando cómo un rayo de luz blanca surge desde vuestros corazones y se dirige al núcleo cristal de la Tierra. Desde ese espacio es potenciado y vuelve nuevamente a la superficie y cubre todo el territorio de esta nación. Lo acompaña un rayo de color dorado que proviene desde el Cielo y se une al rayo blanco. Todo el territorio, todos sus habitantes, cada mineral, cada planas, cada animal, es totalmente absorbido por esta combinación de rayos.
Se presentan ahora los Cuatro Guardianes.
Van a poner atención ahora en el Guardián del Norte. El Guardián que se encuentra en el Oeste, en la Cordillera de Los Andes. El Guardián del Sur, donde esta tierra se introduce en el océano. Y el Guardián que se encuentra en el Este, sobre el Río de la Plata.
Estos Cuatro Guardianes unen, desde sus Centros, sus focos de luz, generando una forma piramidal que se asienta sobre la tierra. Y van a imaginar cómo, por cada uno de estos cuatro puntos, comienzan a ingresar a esta pirámide toda una serie de ondas energéticas de distintos aspectos. Son energías de colores oscuros que se mueven densamente y van retirándose de la tierra, para ingresar en la pirámide de luz.
Junto a cada uno de ustedes, ahora hay un ángel de color azul, que les entrega, con el permiso del Arcángel Miguel, una espada de luz azul. Ahora, van a apoyar su punta en el suelo, con toda una intención de amor y de luz, enterrándola en la tierra argentina. Permitan que de sus espadas fluya la luz portentosa de este Arcángel y libere, cortando toda energía creada inconcientemente, creada concientemente, que esté fuera de la vibración del amor, fuera de la vibración de la verdad y fuera de la vibración de la compasión.
Toda esa energía es depositada dentro de la pirámide que está siendo sostenida por los Cuatro Guardianes.
Ahora, este rayo dorado ya a meterse dentro de la tierra, y perciban cómo absorbe toda la memoria ancestral depositada en esa tierra, por antiquísimas civilizaciones, y por la civilización que hoy la habita.
Vean cómo una infinidad de ángeles extraen como pequeñas gotas oscuras, que se transforman dentro de la pirámide. Dejen que los ángeles hagan la tarea; no lo hagan ustedes. Vuestra tarea sólo es aportar la intención, es el único trabajo que tienen aquí.
Mientras tanto, cada uno de ustedes, asistidos por los Maestros que conducen la conciencia de esta nación, van a colocarse sobre la tierra de la Argentina y comienzan a elevarse; mientras se elevan, y van tomando perspectiva, pongan la intención de liberar a toda alma que haya quedado atrapada en alguno de esos procesos evolutivos que ha tenido y que ha vivido esta parte de la Tierra.
Permitan que todas esas almas se acerquen a ustedes, que se encuentran asistidos y encendidos en una intensísima luz, y forman un puente hacia los guardianes del Cielo, para que las reciban. Simplemente sean el faro de luz que los atraen, y desde ahí, bendíganlos, llévenlos y dejen que los guardianes los tomen, para que esas almas puedan continuar con su camino. No permitan que ninguna de esas almas se queden; todas deben seguir su camino. Todas están siendo liberadas bajo la acción de la intención que ustedes ponen. Porque es por medio de vuestra intención que el amor divino está actuando, liberando a cada una de estas almas humanas.
Imaginen también que no solamente se trata de los hermanos actuales, o del pasado reciente sino también del pasado muy antiguo. Tomen también a todas las plantas, a todos los animales, y el reino mineral que fueron utilizados de manera inconciente, para que también sean sanados. Porque allí hay especies y elementos minerales que deben ser sanados y entregados para que continúen con su evolución.
Ahora, desciendan sobre la tierra y vean que en el centro de esta pirámide, donde los angelitos y querubines, y devas están llevando allí toda aquella energía para ser sanada, un intenso destello de luz rosada comienza a expandirse. Va tomando todo lo que hay dentro de la pirámide y se extiende más allá de ella, abarcando la nación y a ustedes mismos.
Hay un sonido, hay una vibración que es un canto de la tierra, que hace que esta luz rosada se intensifique y vibre, tornándose en un color violeta-oro, que envuelve todo el contenido de la pirámide, que embebe a la tierra. Comiencen a imaginar cómo se disuelve todo lo que estaba contenido dentro de la pirámide. Los rayos del Amor y de la Sabiduría establecen esta bendición, permiten que esto se lleve a cabo.
Mientras así sucede, adviertan que ha comenzado a llover una lluvia de luz plateada, que embebe a toda la tierra que conforma la Argentina: lagos, montañas, valles, mesetas, estepas, pampas, salares, selvas, montes, van impregnándose de toda esta lluvia de luz plateada, que va tiñendo los ríos, las aguas, la tierra, y carga el aire de una energía muy intensa, que suavemente va apoyándose sobre la tierra.
Hay allí dos seres, uno masculino y otro femenino, que juntos conforman la conciencia masculina y femenina de la Argentina. Véanlos en toda su magnificencia, porque es en eso que esta conciencia está manifestándose, en la unión de las dos polaridad, en la búsqueda del Uno. Esos seres están uno junto al otro, parados en el centro de la pirámide, que ya sólo irradia luz blanca y dorada, de tal intensidad que no se advierten sus contornos.
Ahora, les pido que tomen sus espadas, las retiren de la tierra, y las apoyen sobre la cabeza de estos dos seres. Suéltenlas, y vean cómo ingresad por las cabezas de ellos, ayudándolos a ser un solo ser, en ese Argentina que está llamado a manifestarse.
Permitan que todos esos animales que se están acercando, hagan una ronda en torno a esta conciencia del país, en torno a esta nación naciente. A su alrededor, van a estar ustedes cuatro representando a quienes hoy conforman a esta nación. A vuestro alrededor hay una ronda de seres de luz de tal intensidad, que no pueden ver sus formas. Ellos sostienen, a partir de ahora, la conciencia en esta parte de la tierra, abarcando a toda América, desde este punto que ha sido hoy sanado y elevado.
Cada uno de los Guardianes: del Este, del Sur, del Oeste y del Norte llaman para sí mismos todas las energías que estuvieron colocando allí. Verán cómo la pirámide se disuelve y transforma en una energía que impregna la tierra.
Ustedes ahora ponen la intención para que esa energía sea llevada al corazón cristal de la Tierra, pues es allí adonde pertenece. Pues allí queda la memoria de todos los registros que la Madre Tierra viene sosteniendo a lo largo de su evolución.
Suavemente vayan regresando sus conciencias aquí, tomando conciencia del lugar en el que están. Mientras se entregan a la sanación de la cual están formando parte, y a la gratitud que cada uno de ustedes está sintiendo, yo, el JEFE ÁGUILA BLANCA, les agradezco en nombre de toda la Jerarquía Espiritual que ha asistido aquí, la posibilidad de realizar esta profunda sanación en esta parte de la Tierra.
Sepan, cada uno, que esto se ha realizado con el más profundo amor que cada uno sostiene desde su propio ser. En este momento, a cada uno de ustedes se los está conectando con una virtud angélica, que les ayuda a reconectarse, un poco más, a la esencia de quienes verdaderamente son. Recíbanlo en sus corazones y también mi gratitud por haberme recibido aquí.
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