Alexiis y Azton, 12 de agosto de 2009
Alexiis y Azton se ríen a mandíbula batiente, sin parar.
ALEXIIS: Soy la RISA la que se está manifestando, y justo vengo a manifestarme a través de Ale…
AZTON: ¿o prefieres a través de mí? (siguen riéndose)
ALEXIIS: LA RISA: Sí, prefiero a través de ti, pero Alexiis de repente se dio cuenta que ustedes se estaban riendo y que era yo la que quería decir unas palabras, y por eso brotó, sí: ¡¡puf!!
AZTON: Bueno, puedes seguir con Alexiis, no más…
ALEXIIS: LA RISA: No, no, no; no te zafas, hijo mío, no.
AZTON: ¿Puede ser que todos ustedes siempre me tienen que dar a mí? “Ah, no te vas a salvar”…
ALEXIIS: LA RISA: Es que te queremos mucho, por eso lo hacemos…
AZTON: Ya lo sé, por eso yo también juego con esto (risas de ambos). Querida Risa, aquí estoy dispuesto, pero no sé cuánto voy a poder hablar, más que reírme, así que…
¡Ay, ay, ay, ay, ayyy! Vamos a ver cuánto podemos durar sin que empieces a reírte con tantas ganas, como generalmente lo haces. Pero en esta oportunidad, yo quiero venir –y particularmente a través de ti, pro esto de la risa que tienes a flor de labios- porque en primer término queremos darte las gracias; particularmente yo, porque has ayudado a que se produzca con Alexiis. Tanto, pero tanto tiempo, que todos nosotros, de este lado, estábamos buscando de qué manera aliviarla, de qué manera lograr que vuelva a reírse, porque al vida es risa.
Así como recién hablaba el Juego: la vida es juego y es risa; es luz y es amor y es alegría. Ésa es la verdad de la vida. Por eso estamos contentos, particularmente yo. Ahora Alexiis ríe todos los días en algún momento; es más, inclusive cuando tú, Azton, no estás presente. Claro que cuando aparece el “payaso”, disculpa el comentario, ahí es donde ambos se ríen y ella pega sus gritos de carcajadas (risas), cosa que hace mucho tiempo que no la habíamos sentido así. Podría decir que hace mmmm… bastante, no voy a entrar en detalles.
Ahora quiero dirigirme a cada uno de ustedes que me están escuchando, leyendo y sintiendo. Cada vez que ustedes perciban ese momento de risa, déjenlo salir. Sonrían, abran esa boca y dejen que yo me manifieste. Dejen que yo me manifieste (se ríe otra vez) con toda la fuerza, porque de alguna manera –no voy a entrar en detalles técnicos porque se aburrirían y no es mi idea- cada vez que ustedes se ríen hay una serie de manifestaciones químicas que se dan dentro de ustedes que libera un sinfín de emociones que han quedado trabajas, guardadas de manera incorrecta. Mucha, mucha de la terapia que hoy se están utilizando es a través de la risa. El reír hace sencillamente que ustedes puedan liberarse de tensiones y situaciones, a veces hasta de vidas pasadas, que con reírse sinceramente de corazón, logran liberar.
Así que lárguense a reír; hagan de esta vida algo gracioso, algo alegre, algo puro, algo hermoso, porque lo es. Solamente tienen que verlo, pero para eso tienen que mirar con los ojos del corazón, con los ojos del interior de ustedes, porque los ojos físicos van a ver fuera lo que hay dentro, en el corazón.
Desde el lugar de la risa yo quiero recordarles: ¡RÍANSE!
Cada vez que se perciban serios, con cara adusta, seria, como dice Azton “como perro en cancha de bochas” (más risas de ambos). Sí, es cierto, él dice así. Con esa cara seria de “uy, me van a dar con esas bochas”. Pónganse a reír de ustedes mismos ¿Alguna vez vieron a un perro en un bote sobre el agua?, la cara de serio que tiene, pobrecito. Ustedes son iguales: están ahí, con una cara seria, adusta… ¡larguen la risa! En seguida se libera la tensión emocional, se libera el cuerpo, y yo estoy ahí, en ese momento, para acompañarlos en ese momento –tal vez oscuro- a que se llene de vida, de luz y de risa.
Saben que la risa es súper contagiosa; entonces, se ríe uno, se ríe otro, y yo voy saltando de uno a otro, de uno a otro con la mayor de las alegrías.
Así es que gracias por estar hoy aquí, presentes. Porque aunque acá, donde me estoy manifestando, está lloviendo, Alexiis tiene acá un tarrito haciendo plin-plin-plin, con un montón de agua que le entra en la casa. Pero a pesar de eso se ríen, a pesar de eso ponen alegría, agradecen el tener la experiencia de la vida.
Yo soy la RISA. ¿Qué tal, Alexiis si entre ambos se despiden de mí?
(Alexiis y Azton vuelven a reír)
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