Alexiis, 27 de septiembre, 2009
Buen día amados Maestros, son las once y veinte, no perdón las diez y veinte y repentinamente, con suma fuerza, siento la presencia de una energía. Así que me apuro en conectarme a ver quién me necesita o quiere hablar. Quedo esperando con todo mi amor....
Por favor, tengo un revuelo de nombres en la mente, lo cual entiendo porque estuve trabajando con el material de diversos Maestros, pero por favor que el que venga a hablar que se manifieste con mayor exactitud...
YO SOY EL QUE YO SOY, ayer me he manifestado como el CREADOR, saben queridos hijos que es todo lo mismo. Soy el UNO, el TODO, el CREADOR, el PADRE, el nombre que me quieran poner.
Soy la Energía Principal, la energía dadora de vida, la energía que reina sobre todo el cosmos, sobre todo el universo, sobre todo lo existente y me manifiesto nuevamente para recalcar que vuestro pequeño planeta, tan pequeño como lo es, si se compara con la inmensidad del universo, es como se diría un pequeño ‘favorito’ mío.
Ese pequeño planeta que ha pasado por tantas y tantas cosas, ese planeta al cual partes de mi alma se han ido a experimentar lo que es la dualidad, lo que es la vida en el planeta Tierra; todo eso ustedes lo han hecho por amor hacia mí. Ustedes se han ofrecido pasar por esas experiencias para que yo pudiera darme cuenta de lo que es, porque yo soy indivisible, yo no me puedo ver a mi mismo, yo me tengo que ver a través de ustedes.
Así que cuando se presentó esta oportunidad de que pequeñas células mías se ofreciesen y se fuesen a experimentar toda esa inmensidad de cosas, y no solamente en vuestro planeta, sino en todo el universo.
Ustedes, no es que hayan llegado directamente al planeta como los seres humanos que son, no, ustedes han pasado por las guerras galácticas, han estado en otros lados, han hecho un largo, largo camino. Ustedes me han brindado lo que se podría llamar toda la historia del universo.
Ahora lamentablemente en esta última etapa que es vuestra vida, desde eones de tiempo, es cierto, ustedes repentinamente se han olvidado de mí, se han sentido separados. A raíz de la dualidad, que es una de las experiencias que ustedes quisieron hacer, se han sentido no solamente separados de mí, sino que se ha producido una mayor separación entre lo que ustedes llaman masculino y femenino.
Desde todo punto de vista se han apartado de mí. La mayoría me ha olvidado totalmente. Hubo quienes dijeron estar en contacto conmigo, los que se pusieron al frente de las religiones, al frente de las iglesias, pero no era así. Ellos clamaban tener ese contacto conmigo, pero lamentablemente lo usaron mal, lo interpretaron mal, porque la mayoría de las religiones y de las iglesias se basan en el poder y eso no es mío.
Recién ahora, en estos últimos cuantos años, la humanidad ha comenzado a despertar, ha comenzado a recordar un poco quienes realmente son. Ustedes no saben la alegría que me produce cada corazón humano que empieza a latir con la conciencia de quién realmente es, el saberse uno conmigo, el saberse amado por mí, más allá de toda posible explicación.
No se imaginan siquiera como a cada uno de ustedes, preciosas perlas mías, las amo, las amo con tanta intensidad y les mando tanto amor. Ojo, no solamente a ustedes, mando el amor a todos, aún a esas perlas que me ignoran, que me rechazan, o que están dormidas frente a lo que realmente son. El amor va para todos porque el amor es lo único que puede salvar tanto al ser humano, como a la Madre Tierra, como a todo el universo, porque hay otros que están pasando por situaciones similares.
Ustedes no son los únicos, aunque muchos de ustedes creen que son únicos en esta inmensidad de lo que es el universo. No lo son, pero sí ustedes son únicos en cuanto a que son el único planeta que tiene el libre albedrío, en eso sí, son únicos, porque es otro tipo de experiencia que ustedes quisieron hacer para poder presentarme a mí, para que yo pueda ver lo que es el libre albedrío.
Ahora también eso lamentablemente se ha tergiversado en gran parte, hasta el punto que han usado ese libre albedrío para dañarse y lastimarse los unos a los otros. Esa no es la idea, la idea es una gloria, una libertad, una alegría, un amor cada vez mayor y es por eso que hoy he vuelto a venir. Ayer estaba muy alterado por lo que estaba pasando, ayer los he retado, ayer estaba – si se puede decir – enojado, aunque yo no sé lo que es el enojo, pero sí estaba alterado.
Hoy vengo a derramarles mi amor, vengo a rociarlos con mi amor, esperando cada vez que me presento que haya algún otro puntito de luz que se va despertando, que se va dando cuenta, que se va percatando de lo que realmente es. De cuán preciosa es esa alma y cuanta alegría me produce cada vez que alguien se da cuenta que yo resido dentro de ustedes, que no me necesitan buscar afuera.
Habrá quienes dicen, “bueno, y esta voz que nos está hablando ¿de dónde es?”, esta voz viene del centro de su corazón. Yo resido ahí, por eso, yo resido hasta en lo que ustedes llaman ‘los malos’, también resido ahí. Lo que pasa es que ahí no me brindan la oportunidad de poder expresarme, así que esto que escuchan, o mejor dicho, lo que leen, es vuestra propia voz, viene desde vuestro propio interior, a lo que ustedes deben dejar la libertad para que se manifieste.
Si ustedes me aceptan totalmente en su interior, van a ver como cambia la vida, van a ver como sale el sol, pero no solamente el sol que ustedes ven en el cielo y el que los alumbra, el sol de la dicha, de la paz, de la gloria, de la alegría interna. Eso es lo que tienen que darse cuenta y ahí está el libre albedrío de ustedes, de aceptar eso, ojalá lo hagan, o de rechazarme, lo que me produce tristeza, pero igual sigo ahí, sigo aunque no me pueda manifestar.
Siempre, cuando hay algo, cuando hay algún mensaje, siempre espero que el uno o el otro quizás se sienta tocado, empiece a pensar un poco y a analizar y se haga – como se dice – la luz. Esa es mi gran esperanza, mi gran esperanza que cada vez la luz en ustedes mismos sea mayor.
Ustedes son seres tan divinos, tan gloriosos, pero tienen que permitirse serlo, tienen que permitir que yo me manifieste en su interior y no es que yo me manifieste, sino que son ustedes mismos, porque ustedes TAMBIÉN SON DIOS, pero es todo un cambio de enfoque, todo un cambio de actitud que tienen que tener.
Es mucho trabajo, pero créanme, el que lo hace o el que ya lo hizo, sabe la bendición que esto representa.
Yo Soy en Ustedes como Ustedes Son en Mí. Somos Todo Uno y ojalá que pronto, pronto se produzca otra vez esa unidad total. Eso no quiere decir que van a dejar de ser seres humanos o seres angelicales, no, pero van a ser seres angelicales y seres humanos divinos, porque van a saber realmente quienes son. Se van a amar a si mismos, se van a bendecir a si mismos, van a amar a cada parte suya aunque el reflejo que puedan ver en el espejo a lo mejor no se corresponda con lo que ustedes se habían imaginado, pero miren más allá de eso. Vean más allá de eso la luz que brilla, el amor que hay. Eso es todo lo que tienen que ver.
Eso es lo que les quiero transmitir en el día de hoy, les y nos amamos profundamente. YO SOY EL QUE YO SOY, soy el CREADOR, soy el PADRE, YO SOY TODO LO QUE ES.
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