Alexiis, 9 de septiembre, 2009
Otra vez, doce menos cinco de la noche, campanilleo. Amados Maestros todavía estoy aquí, así que quedo esperando a ver quién se presenta.....
Soy CELESTINA tu Ángel de la Guarda, vengo Alexiis para alentarte, para abrazarte, para darte todo el amor que y todos los otros Seres de Luz te tienen.
Te abrazamos en el amor, te acunamos en el amor. Cuando vemos un corazón humano herido y nos permiten llegar, como vos lo estás haciendo ahora a raíz de ese suave llamado que hice, no lo quise hacer fuerte porque en nosotros no está el imponernos, ustedes tienen el libre albedrío de recibirnos o no, pero evidentemente estás abierta, estás abierta para recibir las bendiciones que podemos prodigar y por eso venimos.
Por eso venimos para demostrarte a vos y a todo el resto de la humanidad que valga este hecho, si ustedes están con penas, con dolores, con angustias, llámenos, a nosotros nos encanta poder ayudarles, pero como se les dijo tantas veces ya, nosotros no nos podemos meter si ustedes no nos aceptan, si no nos llaman.
Acá de Alexiis hubo un llamado casi silencioso, ya hace un rato, pidiendo ayuda y ahí no tuvimos oportunidad de meternos antes porque estabas con otro maestro, así que teníamos que esperar a que termines eso y ahí recién podía manifestarme yo y todos los otros.
Ven, acompáñanos, danos tus manos y elévate con nosotros. Vayamos a volar un poco.
Ya sé, la mayoría de ustedes saben que esas figuras angélicas que se presentan no corresponden a nuestra realidad, pero no importa, imagínate en este momento que de cada lado tienes un angelito, estás rodeada también por las hadas, que te toma de las manos y vamos elevándonos.
Vamos elevándonos hacia la luz y de ahí, desde ahí arriba donde hay sol, donde hay luz, donde hay amor, miramos hacia abajo a la Madre Tierra, vemos en donde, ahora que es de noche hay puntos de luz representando a seres humanos que están abiertos, que están irradiando su luz y vemos otros puntos que da pena por lo oscuras que están.
Nosotros de acá arriba, sabes, recogemos todos los buenos deseos que mandan al espacio, que mandan al cosmos, los humanos, los trabajadores de la luz, todos, y lo hacemos caer como pequeñas gotas doradas de rocío sobre esas zonas que están tan oscuras. Sabes, es una gran ayuda, porque esa lluvia dorada de luz les hace ver que no están solos, que no está todo perdido, que sigue habiendo esperanza, no hay situación en la que no hay esperanza, pero esa esperanza también tiene que estar basada en la apertura del corazón, en la apertura de poder recibir, de poder recibir lo que se les brinda.
Que linda que es esta vista desde acá arriba, ¿la ves? Volamos alrededor de todo el planeta, sí, hay partes que ahora están en pleno día, lo sabemos, pero no importa. Nosotros desde acá igual vemos el panorama y vemos también todo lo que hay que hacer todavía, porque sea de noche o sea de día en el planeta, la luz, la irradiación de la luz de los trabajadores de la luz o de los otros humanos que también emiten luz, eso se ve aún de día y de noche, pero para eso hay que tener la visión agudizada y la tienes, elevándote con nosotros la tienes.
Así que podemos ver todos los puntos, todos los lugares en donde hace falta más amor y más energía y una de tus tareas es Alexiis, emanar esa energía, esa luz, para la sanación de la Madre Tierra y de la humanidad que habita en ella.
Y ahora querida niña te acompañamos de regreso a tu lugar. Siéntete envuelta en todo nuestro inmenso amor. Yo Soy CELESTINA junto con todo un grupo de ángeles y hadas. Te queremos mucho, buenas noches.
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