Alexiis, 9 de septiembre, 2009
No puedo creerlo, son las doce y veinticinco de la noche, y nuevamente un suave, suave campanilleo. Ni siquiera he podido desgrabar lo anterior porque quería encontrar una linda imagen, pero bueno, no encontré lo que quería.
Así que aquí estoy de nuevo a ver quién me quiere hablar ahora. Estoy elevando mi vibración...
Alexiis, soy ARMENTHAL, el anciano de los duendes. Hace mucho que no hemos hablado, aunque sé que estás plenamente activa, que estás en contacto con maestros lemurianos, pero bueno, como nosotros vemos cuando estás levantada, entonces llamamos, porque nos hemos comprometido a dejarte descansar, pero si estás levantada tarde, bueno, aprovechamos para venir.
Aprovechamos para charlar un poco, aprovechamos para comentar un poquito más de los duendes, de cómo interactúan con la humanidad. Hay tantas cosas de las que ustedes no se dan cuenta.
Ustedes saben, hay un famoso cuento infantil de ustedes, que trata de duendes que cuidan a una princesa, los que no la conocen, que les pidan a sus padres o a otros que se la cuenten. No lo voy a hacer yo ahora, pero aunque los duendes en general viven más – digamos – ocultos a los ojos humanos, porque trabajan mucho dentro de la tierra, para ayudar a la Madre Tierra, pero como ustedes saben, también hay duendes que están en las casas viviendo con ustedes, que son esas sombritas oscuras que pasan, que ustedes los ven del rabillo del ojo y dicen, ‘no, me pareció ver una sombra, pero no es’, sí, es.
Son ellos, son ellos y hay casas, como la tuya Alexiis, en donde les gusta manifestarse. Ya has tenido varias experiencias con ello, ya los has escuchado, ya sabes que están presentes y a medida que cada vez van tomando más conciencia de su existencia, el intercambio va a ser mucho mayor. Va a ser un intercambio de un gran amor, porque los duendes profesamos un gran amor a la humanidad y nos da mucha pena cuando no podemos ayudar, porque queremos transmitirles la felicidad, el juego, todo relacionado con la Madre Tierra, y también, un poco de travesuras, un poco de risas, un poco de amor, que tanta falta hace.
Tanta falta les hace a ustedes los humanos, el soltarse un poco, porque por todos lados se les reclama que no abren su corazón, pero para hacer eso tienen que soltarse, tienen que soltarse, liberarse de esas cargas ficticias que cargan en sus hombros. No quiero decir que no tengan cargas, pero hay muchas cosas que ustedes se los colocan en los hombros, esos fardos y fardos, pero que no son de ustedes.
Todavía hay muchos que no saben separar esto es mío y esto no, en cuanto a las preocupaciones y esas cosas, porque muy bien lo saben cuando se trata de algo material, pero nadie, nadie de la humanidad tiene que asumir las experiencias y la vida del otro. Justamente las buenas relaciones entre ustedes se basan en aceptar el uno al otro, en comprender, en ayudar y en amar. Son tan simples estas enseñanzas y sin embargo son tan de fondo.
Alexiis, vos tienes mucho material mío todavía que no has comunicado, usa algo para completar este mensaje, porque sé y veo que estás muy cansada. Así que agrega algo de todo lo que tienes, para ampliar un poco este informe, pero hoy te dejo. Ahora entre nosotros, no hace falta que digas o que transcribas y transmitas que yo te indiqué esto, si lo quieres hacer por supuesto, estás siempre dispuesta a comunicar todo.
A continuación transcribo unas canalizaciones hechas por David Bower:
El dar es un acto de amor propio. Es el reconocimiento de que otro ser simplemente es el reflejo de vuestro propio ser, y que el presente que se le da a otro verdaderamente es un presente al propio ser. En el mundo de los Duendes nosotros estamos agudamente conscientes de esta dinámica y no regalamos algo a la ligera. Nosotros damos con reverencia al Creador Uno, reconociendo que cualquier acto de dar es un reconocimiento de la Unidad. Al dar también estoy recibiendo.
Una vez más, la intención es la consideración más importante. Al honrar el acto de dar, crean un espacio sagrado para esa experiencia.
Den libremente, sin embargo den con respeto y honor. Den como una expresión de amor y nada más. Den desde su corazón, con su corazón.
¿Saben que la paz es su estado natural? Ustedes llegan de la paz y a la paz regresarán. Lo que pasa en el medio es el resultado de la elección consciente de sus pensamientos. El estado de paz no es una vibración; es un estado relativo de vibraciones. Es una descripción de como las vibraciones se relacionan la una con la otra e interactúan. La paz es el estado de armonía vibratoria, dentro de la cual no es posible que una vibración sola pueda resquebrajar todo, mientras que el todo está equilibrado y fluyendo – un estado dinámico de relación e interacción armoniosa.
La paz es la fluyente coherencia de vibración viajando como una sola, y cuando una colección de energías elige viajar como uno, el colectivo total es capaz de absorber y entretejer todo lo que se le cruce en el camino.
Imaginen un vaso de agua limpia que está perfectamente quieta, y con un gotero dejan caer una hermosa gota de un líquido rojo dentro del vaso. Debido al impacto la superficie del agua se halla alterada pero sin embargo vuelve a establecer rápidamente el equilibrio y la quietud, mientras que debajo de la superficie el líquido rojo comienza su viaje a través del líquido claro. Dentro de pocos minutos, la sustancia roja se halla perfecta y uniformemente dispersada a través del líquido en el vaso, lo que significa que una vez más se ha logrado la total armonía de la vibración. Se halla en paz.
Encuentren esa quietud dentro de su propio viaje, porque a los ojos del Creador Uno ustedes son solamente una sinfonía de vibraciones viajando como un todo conocido como una persona, la cual está viajando como el colectivo total de la humanidad. Crean vibraciones de armonía dentro de su propia vida, y mágicamente – sin esfuerzo – crearán la armonía de una paz colectiva en su sociedad. Yo comparto esto desde mi propia experiencia, porque este es el Sendero de los Duendes.
Les mando a todos ustedes mi gran amor, Yo Soy ARMENTHAL, el Anciano de los Duendes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario