Alexiis, 30 de julio, 2009
Buen día amados Maestros, son las diez y cuarto, suena el campanilleo, siendo iluminada por los hermosos rayos del sol. Quedo esperando.... Por favor, ya que sonó el campanilleo debe haber alguien que está queriendo hablar, pero no percibo la energía todavía.... Upsa, Peleé me aparece tu marca distintiva delante de los ojos....
Buen día amados Maestros, son las diez y cuarto, suena el campanilleo, siendo iluminada por los hermosos rayos del sol. Quedo esperando.... Por favor, ya que sonó el campanilleo debe haber alguien que está queriendo hablar, pero no percibo la energía todavía.... Upsa, Peleé me aparece tu marca distintiva delante de los ojos....
Sí Alexiis, soy yo, Peleé, como dicen, la Diosa del Fuego y de los Volcanes.... Trata de elevar tu vibración, en alguna forma esto no funciona hoy todavía....
Sí evidentemente eres Peleé porque veo, veo...
Sí Alexiis, soy yo, no hay ninguna duda, pero yo quería recalcar algo que hasta ahora no se ha tomado en cuenta, o sea que en los mensajes transmitidos se ha hablado de los volcanes, de los fuegos, incendios, etc., pero hay una cosa fundamental que parece que la humanidad no ha tomado en cuenta y es que detrás de los terremotos en cierta forma también está mi energía.
Dado que mi residencia principal está en el centro de la Madre Tierra, cuando se aumenta la presión o hay algún desequilibrio, o hay que soltar presión, entonces esto se manifiesta en forma de terremotos, no siempre como volcanes, porque si se fijan, hay actualmente mucho más terremotos a diario, de lo que hay erupciones de volcanes.
Los terremotos, especialmente en lo que ustedes llaman el Cinturón de Fuego, son mucho más frecuentes de lo que pueden ser las erupciones volcánicas. Yo llego a las erupciones volcánicas cuando ya no me llega otra cosa, cuando tengo tanta presión acumulada que ya no me queda otra salida, pero los terremotos son como las sacudidas de la Madre Tierra, juntamente conmigo, para deshacernos de las energías negativas que se han ido acumulando sobre Gaia durante eones de tiempo.
Digamos, yo quiero hablar, quisiera pronunciar tanto, pero siempre volvemos a lo mismo y lo mismo significa que la humanidad tiene que despertar, tiene que tomar conciencia de lo que está pasando.
Sabes, honestamente, vine con mucho ímpetu esta mañana, pero es como que se me está yendo. Yo veo la inercia de la humanidad, la falta de interés, la falta de compromiso, el no ocuparse, ‘total, a lo mejor se ocupa el vecino’, y todo eso me decepciona profundamente, porque todos, todos los reinos estamos trabajando justamente para liberar a la Madre Tierra para que se produzca la ascensión.
Hay muy poca respuesta, lo único que veo con mucha alegría es como – quién diría – el trabajo que estás haciendo con tu compañero, en el cual piden mayor cantidad de canalizaciones y eso sí está dando frutos. Hay mayor cantidad de personas que van a tratar de comunicarse con nosotros, con los elementos, con los seres de luz y todo lo demás.
Bueno, a lo mejor ahí encontraremos la forma de llegar a una mayor cantidad de humanos para hacerles ver cual es la real realidad. Vaya forma rara, pero es así, hay una realidad aparente y hay una realidad real y lo importante es que lleguen a ver lo que es real.
Los dejo por hoy, no tengo mucho más que decir, Yo Soy Peleé, la diosa de los fuegos y volcanes y parte de los terremotos.
Cinturón de Fuego del Pacífico
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Cinturón de Fuego ubicado en el Océano Pacífico abarca las costas de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, todos los países centroamericanos (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala) México, los Estados Unidos, Canadá, luego dobla a la altura de las Islas Aleutianas y baja por las costas e islas de Rusia, China, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia y Nueva Zelanda.
A su vez el Océano Pacífico tiene diferentes placas oceánicas, que están en constante fricción y producen acumulación de tensión. En un momento dado esa tensión se libera y origina terremotos en los países mencionados. Además, concentra una actividad volcánica constante, sobre todo en América Central.
El Cinturón de Fuego del Pacífico concentra algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo: placas de la corteza terrestre se hunden a gran velocidad geológica (varios centímetros por año) en otras placas, un fenómeno que acumula enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos
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