Alexiis y Sergio, 12 de julio de 2009
Alexiis: Yo sé que este mensaje va a ser muy largo, pero igual siento la necesidad de presentarme, Yo Soy JUANA DE ARCO.
He sido guerrera, he sido una mujer que ha ido a la batalla, que ha llevado a la batalla a hombre, que ha matado, que ha peleado porque he escuchado lo que tenía que hacer. Pero no se me ha reconocido, se me ha adjudicado que tenía el diablo en mí. En aquél entonces no eran capaces de ver la realidad, me han, como se dice, puesto a las llamas, me han expuesto a la hoguera.
Esa fue mi vida, pero una vida, pero una vida que ha sido dedicada al amor que yo sentía por mi país, por lo que yo llamaba mi patria. El mensaje que quiero transmitir como tal, es el miso de todos: no juzguen. No juzguen al otro porque nadie, nadie, absolutamente nadie, que esté en cuerpo humano, que esté en esta encarnación, es capaz de ver el panorama total. Tal como mis congéneres no han podido ver y abarcar la totalidad, por eso me han calumniado y hecho las mil y una cosas hasta la muerte. Entonces, les pido, por favor no juzguen. Usen el amor en lugar del juicio, usen el amor hacia sí mismos y hacia sus congéneres.
No quiero extenderme más porque bastante se ha dicho, bastante material se ha dado a la humanidad para que lo incorpore. Yo Soy JUANA DE ARCO.
Con esto, creo que cierro esta larga charla que hemos tenido en esta noche con ustedes dos, que no les pareció que hoy tenían que hablar con nosotros. Me despido con todo mi amor.
Nota: Continúa (6 de 6)
Alexiis: Yo sé que este mensaje va a ser muy largo, pero igual siento la necesidad de presentarme, Yo Soy JUANA DE ARCO.
He sido guerrera, he sido una mujer que ha ido a la batalla, que ha llevado a la batalla a hombre, que ha matado, que ha peleado porque he escuchado lo que tenía que hacer. Pero no se me ha reconocido, se me ha adjudicado que tenía el diablo en mí. En aquél entonces no eran capaces de ver la realidad, me han, como se dice, puesto a las llamas, me han expuesto a la hoguera.
Esa fue mi vida, pero una vida, pero una vida que ha sido dedicada al amor que yo sentía por mi país, por lo que yo llamaba mi patria. El mensaje que quiero transmitir como tal, es el miso de todos: no juzguen. No juzguen al otro porque nadie, nadie, absolutamente nadie, que esté en cuerpo humano, que esté en esta encarnación, es capaz de ver el panorama total. Tal como mis congéneres no han podido ver y abarcar la totalidad, por eso me han calumniado y hecho las mil y una cosas hasta la muerte. Entonces, les pido, por favor no juzguen. Usen el amor en lugar del juicio, usen el amor hacia sí mismos y hacia sus congéneres.
No quiero extenderme más porque bastante se ha dicho, bastante material se ha dado a la humanidad para que lo incorpore. Yo Soy JUANA DE ARCO.
Con esto, creo que cierro esta larga charla que hemos tenido en esta noche con ustedes dos, que no les pareció que hoy tenían que hablar con nosotros. Me despido con todo mi amor.
Nota: Continúa (6 de 6)
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