ESTRELLA DEL AMANECER

Alexiis, 29 de julio de 2009

Alexiis: Amados Maestros, buen día. Son las ocho y veinticinco de la mañana. Disculpen que no los haya atendido en seguida, pero acá hace mucho frío, y así, sin vestirme, lo único que voy a conseguir es enfermarme, y así, mucho menso voy a poder atender el llamado de ustedes.

¡Ah!, estoy sin aire; trataré de elevar mi vibración para poder atenderlos. A ver quién viene tan temprano para comunicarse conmigo…

Ya sé. Me viene una cosa rara a la mente, casi no lo puedo creer: la estrella del amanecer; ¿es posible eso?

Sí, ALexiis, soy lo que me conocen como la ESTRELLA DEL AMANECER; vengo a dar el buen día. Es cierto, en algunas zonas del planeta ya es pleno día, igual que en la ciudad de donde viniste, ya a esta hora también es de día. No me he dado cuenta que ahí donde vives todavía es plena oscuridad, digamos. Disculpa que te haya puesto en el apuro, y más te agradezco que igualmente me hayas recibido.

Vengo a dar el buen día a la humanidad, recalcando que cada ser humano, al iniciar su día, sepa apreciar todas las bendiciones que tiene. Yo sé que en tus enseñanzas recalcas que cada mañana, incluso antes de levantarse, hay que agradecer lo que uno tiene. Muchos dirán, “¿qué es lo que tengo yo?”

Empiecen simplemente por el aire que tienen para respirar, el sol que sale aún cuando está nublado –saben que está oculto tras las nubes- iluminando su día. No solamente el sol, el aire, los pajaritos, los vegetales, todo incluyendo en su casa los duendes. Todos los reinos despiertan al amanecer.

Si tienen la posibilidad de ver el horizonte, la aparición del sol, es una imagen tan hermosa, que aún si no lo pueden realizar personalmente, tienen la capacidad de imaginárselo. Imaginen como ese astro rey va apareciendo poco a poco, iluminando con sus rayos dorados a todo el planeta, bendiciéndolo, a cada vida –sea la que sea- no solamente a la humana.

Ustedes tienen que volver un poco a sus enseñanzas indígenas ancestrales, en las cuales sí se bendecía la salida del sol; se bendecía también a las estrellas que de noche iluminan el cielo y a la estrella matutina. Todo, casa ser, se beneficia con una bendición de ustedes. Porque al bendecir una cosa, ustedes automáticamente se ponen en positivo. Aún si llueve o nieva, como es en la zona de ustedes, también bendíganlo porque es una demostración de la naturaleza para que todo funcione. Todo tiene su ciclo, tal como se van alternando los distintos ciclos de verano, otoño, invierno y primavera; todo, todo tiene su razón de ser.

Ustedes, la humanidad, son los que tienen que aprender esto. Es tan importante para ustedes, es tan importante para su vida porque les brinda automáticamente una alegría, un amor, que es lo que tanta falta les hace.

Yo, hoy, como la Estrella del Amanecer, los vengo a saludar, tal como los vienen a saludar muchos elementos y ustedes ni siquiera se dan cuenta. Los saludo y bendigo a todos y les mando mi amor. Yo soy la ESTRELLA DEL AMANECER.

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