Alexiis y Sergio, 20 de julio de 2009
Alexiis: Buenas tardes, amados Maestros. Es la una y media. Realmente no sé si nos han estado llamando o quieren transmitir mensajes, pero, por las dudas, yo diría como niños buenos, nos conectamos; no queremos dejar de hacer las tareas que tenemos para hacer. Así que quedamos esperando a ver si hay alguien de ustedes que quiera hablar… ¡Y ojo!, que no sonó el campanilleo ni nada, ¿eh? Tomen nota, por favor. Con todo amor, como siempre (ambos se ríen).
Alexiis: YESHUA: Hay Alexiis, Alexiis… te tuvimos al trote anoche, ¿no es cierto? Pero no pasó nada; si vos igual no dormías. Al menso esas horas hay que aprovecharlas; por lo menso en esas horas estamos tranquilos, que no se nos venga nadie. Aunque anoche, sí: el primer llamado fue porque te llamaron por teléfono, pero bueno, son cosas de la tecnología moderna.
Y hoy, realmente, no sé quién todavía va a venir a hablar. Hay muchos presentes, pero casi, casi, tengo la sensación que lo van a hacer hablar a Sergio primero, para reconfirmar lo que le estuvo pasando, y que creo que con tu ayuda (de Alexiis), y con la mía, está pudiendo ver un poco más claro todo lo que le pasa. Así que, cedo el lugar…
Sergio: Se me apareció rápidamente el nombre de Atenea, otra vez. Es así, reiterado: “Atenea, Atenea, Atenea…”
Sergio: Sí, querido hermano, soy ATENEA. Y anoche –estás con muchas dudas si realmente anoche estuve hablando contigo- vengo a confirmarte que así ha sido. He estado contigo anoche, comunicándote información junto con Ashtar. Un Ashtar que desconociste por la vibración que emitía, pero te confirmo que era él. Si dudas, ponte a desgravar ese trabajo para poder compartirlo con el resto de la gente.
En este momento, en este proceso, también estabas dudando, Sergio, sobre el camino a seguir porque estabas percibiendo que se estaba produciendo un cambio grande contigo, pero no lograbas darle una forma, ponerle palabras, como los humanos necesitan hacer. Creo que esta mañana, con la ayuda de Yeshua y de Alexiis, eso se ha comenzado a ordenar. Ahora te siento en un lugar muy distinto al que te sentía anoche cuando, a través de ese vórtice del lago Gutiérrez, accediste a un lugar de conexiones, donde te estuvimos hablando de elementos que hacen al comienzo que estamos cada vez más cerca de iniciar.
Como Atenea tengo una tarea específica; te viene a la mente la imagen de templos, de grandes escalinatas que conducen a templos magníficos, majestuosos, con un derroche –se podría decir- de trabajo artístico muy excelso.
Esos son espacios reales, que en lo que hace a la tercera dimensión, nosotros podríamos decir que fueron en su momento, mucho tiempo atrás, y sin embargo, desde el lugar verdadero, tengo que decirles que siguen existiendo, que siguen estando, que siguen estando habitados, cumpliendo con las funciones para las cuales fueron creados, con la idea primigenia del Creador de poder conocerse a sí mismo.
Todo los elementos, aquellas cosas construidas con conciencia, así como aquellas construidas sin conciencia; todas ellas tienen inteligencia y van a cumplir una función para la cual fueron creadas, directamente relacionada con la vibración que se puso, el cúmulo de conciencia que se puso en esas creaciones.
Estos templos fueron creados desde la más alta vibración, la más alta conciencia factible en el momento. Y son sostenidos, son sostenidos por nosotros, quienes estamos a cargo de su cuidado y quienes tenemos a cargo espacios de acceso, de iniciación, por lo que muchos seres, no solamente de este planeta sino de otros, pasan. Les toca el momento, se les ofrece y por su decisión acceden a estas iniciaciones. Las que, para poder tener una información breve al respecto, tienen que ver con recuperar la memoria de quien uno es. Esas son iniciaciones.
La palabra iniciar proviene, justamente, de darle un comienzo a algo, pero en realidad en un comienzo a, desde la conciencia donde ustedes se encuentran en este momento, pero es simplemente recuperar un trozo, una porción de la memoria de quiénes realmente ustedes son. Así que, estos accesos, están disponibles para ustedes.
Lo único que se les pide, como yo le decía a Sergio anoche, es que lo soliciten, que se conecten con nosotros, que nos pidan venir a estos templos. Vengan a estos lugares, porque hay infinidad de ellos, para cada uno de los distintos aspectos que se necesitan. La misma Alexiis, también, solicita ir a distintos centros de sanación, los que llaman los espacios de sanación per aquam, que son lugares donde ustedes acceden a sanaciones, a recuperaciones de memoria. También vienen a escuelas de aprendizaje, que son como centros de iniciación; vórtices de tremenda energía que les permiten conectarse con quienes realmente son.
Esto no se puede hacer de un momento al otro; esto no se puede realizar en un instante. Estos son pasos, tiene ciertas etapas para ir cumpliendo, para ir abriéndose a esas memorias. Cada uno de ustedes necesita, para dar ese paso ascensional, recuperar todas esas partes, integrarlas. Y yo quiero pedirte, Sergio, si estás de acuerdo, que relates un poco cuál fue el proceso que has vivido en esta última semana, porque seguramente puede llegar a serle de utilidad a otras personas.
Sé que a ti no se te ha pedido compartir las cosas que te suceden, pero por otro lado sabemos de tu entrega para esto, por lo que sabemos no tendrías ningún problema en comunicar estas cosas que están sucediéndote.
Bien, esto es todo por este momento, quería venir a aclarar ciertas cosas que a Sergio le quedaban con dudas, y que seguramente a ustedes también les va a ayudar.
Los amo con todo mi corazón, los espero en estos templos; Yo Soy ATENEA.
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