EL ESPÍRITU DE MI CASA

Alexiis, 20 de julio, 2009

Amados Maestros, buenos días, buenas noches, son las dos y cuarto de la madrugada y suena el campanilleo. Digan que estoy despierta, así que no me he asustado, pero sino sería un poco raro. Bueno ya que estamos, aquí estoy dispuesta a escuchar el mensaje que quieran transmitir, con risa y mucho amor, quedo esperando.... Trato de elevar mi vibración porque sinceramente no estaba preparada para esto, así que por favor ténganme un poco de paciencia....

Te sonará raro Alexiis, soy el ESPÍRITU DE TU CASA, cosa rara, pero sé sin embargo que estás perfectamente consciente que todo lo que parece materia sólida también tiene vida y como tal, también yo la tengo, siendo tu casa como así también todas las cosas.

Sé que esto no te asombra porque ya lo has aprendido y lo único que te asombra es que venga en este momento. Créeme que si no hubiera sonado ese teléfono (un llamado de publicidad), y estarías dormida, yo ahora no me hubiera contactado con vos, pero así aprovecho la oportunidad para decirte que juntos vamos a lograr el que este sea realmente un centro de luz muy importante.

Ya bien al comienzo de tu estadía acá te han dicho que el aspecto exterior mío había cambiado hasta el punto que casi no me reconocieron, porque tenían en la memoria algo oscuro, algo gris y ahora repentinamente es algo luminoso y algo que irradia la luz.

El trabajo tuyo y el de tu compañero y también de los que vienen a la reunión de tus grupos, hace que todos ustedes irradien luz y esa irradiación mancomunada sale al espacio, es visible para los que tienen ojos para ver y también para los que tienen oídos para escuchar.

Es importante que sigas adelante, es importante que no aflojes aunque no tengas la cantidad de gente en tus grupos que habías esperado. Más vale tres buenos que diez malos. Eso no quiere decir que alguno que venga sea malo, pero tres personas que vienen y cumplen con lo que han venido a hacer es más importante que – como se diría – los pájaros que pasan volando.

Estás bien consciente del trabajo que estás haciendo y también en cuanto a mi respecta, sé que cada día te sientes mejor en lo que esta noche mismo has denominado como tu ‘nido’. Eso es lo que tiene que ser. Yo hago lo mejor que puedo, desde mi espíritu, para darte albergue, para darte cobijo y para que te sientas bien, para que puedas desarrollar toda tu actividad de luz para los otros seres humanos.

A todos ustedes les digo, ‘aprecien las cosas con las que viven’, aprecien sus hogares, aprecien todo lo que a simple vista para ustedes es una cosa sólida y no tiene vida. Todo contiene átomos de vida, no hay nada, absolutamente nada en el planeta Tierra que no contenga vida y cuando ustedes aprendan a valorar eso, a bendecirlo, a agradecer el servicio que se les presta, van a ver como ello facilita la vida en muchas formas, en muchas formas.

Yo sé que estoy usando a Alexiis como ejemplo porque hace mucho tiempo atrás, aún antes de venir para estar en esta casa, esta Casa de Luz como ella la llama, ella ya, hace mucho tiempo atrás como dije ha apreciado el núcleo de las cosas, ha apreciado que las cosas tienen vida, que a las cosas se les puede hablar y que responden.

A cuántos aparatos les ha hablado y le han respondido, cumpliendo con un mejor funcionamiento. Todo eso es importante. Por supuesto esto no quiere decir que en algún momento un aparato puede dejar de funcionar, porque algo se le ha roto debido a desgaste o falla de material, pero pueden estar seguros que ese aparato lamenta mucho no seguir sirviéndoles, porque esa es su finalidad, su misión diríamos. Entonces si se ven ante la situación tal que no lo pueden seguir usando, no le lancen maldiciones ni cosas por el estilo, sino que bendíganlo y agradézcanle el servicio que les ha prestado.

Pueden estar seguros que cada bendición que ustedes pronuncian trae sus frutos en cuanto a bienestar total, ya que el cosmos y la Madre Tierra perciben la misma y la aprovecha para otro uso.

Este es un mensaje para la humanidad, aprecien lo que parece sólido, hablen con sus máquinas, con sus coches, incluso con sus teléfonos en lugar de insultarlos cuando no pueden establecer una comunicación con la rapidez deseada. Estén seguros que no es una falla del aparato, el cual les quiere brindar el mejor servicio posible. Hablen con sus aparatos, hablen con su casa, con todo, con todo lo que ven, sienten y perciban, y agradezcan el servicio que les brinda.

Alexiis, vamos a vivir mucho tiempo, juntos en una unión de luz y de amor. Estoy contento que hayas venido, que te hayas decidido por este lugar que te llamó la atención por la luz que vos percibías. Yo Soy EL ESPÍRITU DE TU CASA.