Alexiis, 18 de junio, 2009
Amados Maestros buenas noches, son las diez y diez. Por dos veces ustedes me han llamado hoy con el campanilleo o timbre, pero habiendo gente presente, que no tiene nuestras mismas creencias, no pude atenderlos y ahora incluso la última vez estuvieron mis dos hijas, creyendo que alguien llamaba a la puerta pero no había nadie.
Amados Maestros buenas noches, son las diez y diez. Por dos veces ustedes me han llamado hoy con el campanilleo o timbre, pero habiendo gente presente, que no tiene nuestras mismas creencias, no pude atenderlos y ahora incluso la última vez estuvieron mis dos hijas, creyendo que alguien llamaba a la puerta pero no había nadie.
En cierto sentido hasta ahora el campanilleo había sido suave, pero hoy ha sido fuerte y ya no sé qué decir. Sé que ustedes están presentes y lo siento, pero no he sido capaz de conectarme, porque evidentemente habiéndome retirado al dormitorio con el grabadorcito chico, temiendo que me escuchen, no es lo ideal.
Yo les he prometido que iba a venir sola a conectarme para que puedan transmitir lo que sea y espero que entiendan que me era imposible desde el nivel humano, digamos charlar, hablar con ustedes, recibirlos. Es un problema muy grande que se me presenta si hay otros presentes. Tengo que esperar unos cuantos días más hasta que no tenga más trabajadores en la casa y sinceramente espero que se inicie un ritmo más normal.
Esto por supuesto es distinto cuando está el Grupo Sendero Infinito, o cuando está Sergio, que todos hablamos el mismo idioma, pero las otras personas humanas no entienden lo que sentimos, no comprenden lo que hablamos y no pueden comprender lo que se está produciendo.
Así que sinceramente espero que perdonen por no haber respondido al llamado y quien sea que haya sido, que pueda contactarme ahora. Me quedo esperando con todo amor y un poco de intranquilidad, esperando que el haberlos rechazado hoy no me produzca otra vez una descompostura física como me ha pasado en otras veces. Confío en que esas épocas han pasado, confío en que ustedes saben que pueden contar conmigo, pero hay momentos en que no va directamente.
Quedo en silencio esperando y tratando de elevar mi vibración que sé que está un poco baja por todo lo acontecido. . . . Ay amado YESHUA, eres vos. . .
Sí Alexiis, soy yo y he sido yo hoy el que se ha manifestado. En cierta forma el último llamado ha sido muy a propósito porque es necesario que tus hijas lleguen a entender, dentro de la capacidad humana de ellas, lo que es tu vida, lo que es – digamos – el motivo de tu vida. El motivo de tu vida fundamentalmente es la base espiritual.
Por supuesto está el amor hacia ellas, toda la parte física humana, pero tienen que entender que hay otra parte y esto hoy creo que ha sido una enseñanza dada a ellas y por correspondencia, como todo lo compartes con el resto de la humanidad, a lo mejor, tengo la esperanza, que llegue a ser una enseñanza para muchos, para muchos que dudan que sea posible la comunicación con lo que ellos llamarían el Más Allá.
No es un más allá, son distintas dimensiones, pero que hay personas capaces, como vos, Alexiis, de comunicarse con una infinidad de dimensiones, les cuesta entender, le buscan razones técnicas o lo que sea. Está bien que se ocupen de resguardarte físicamente lo más posible. Muy bien para ellas, pero también es importante que, al vivir ahora en una cercanía tal con tu hija menor, ella capte que aparte de ser su madre física de tercera dimensión, eres alguien mucho más avanzado – digamos – más evolucionado, aunque sé que para ella es difícil aceptar esto porque interiormente quiere rechazar todo esto.
Sé también todo el problema que estás teniendo con tu yerno porque él está en un camino espiritual, pero – digamos – de otra orientación. Como ustedes, los humanos dicen, hay muchos caminos que llevan a Roma y en eso tienes razón Alexiis, él está en el camino espiritual, pero lamentablemente, como tantos, digamos como los católicos, los protestantes, los islámicos, cada uno cree que su camino es el único. Por otro lado, el camino que vos sigues es el camino universal porque aceptas todas las religiones, no rechazas ninguna, no rechazas las otras creencias. Lo que no entiendes, muy bien, lo dejas de lado pero no lo juzgas y eso es lo que tiene que ser.
Eso es lo que tienen que aprender, a no juzgar, ni a los budistas, islámicos, taoistas, judíos, católicos, cristianos, todo lo que sea. No hay que juzgar, hay que aprender que todos son humanos, de distintas creencias, sí, por supuesto, pero todos son humanos, todos vienen de la misma fuente y eso es lo que tienen que comprender.
Entonces, esto de hoy, aunque sé que te sacudió mucho, a la mañana no tanto pero ahora esta noche sí, pero era importante que pasara. Era importante porque de alguna forma tus hijas te tienen que aceptar tal como eres, tal como es Alexiis, lo que no quiere decir que dejes de ser su madre terrenal con las cosas terrenales.
Tienes la difícil tarea – digamos – de vivir en dos dimensiones, muchas veces vos misma lo has manifestado, por un lado estás anclada en la tercera dimensión, con tu cuerpo físico, digamos con tu familia, y por el otro lado te elevas a las dimensiones más elevadas, donde por suerte ahora has encontrado alguien que te acompaña. Has encontrado alguien que te va a hacer un poco más fácil la vida, porque tienes con quien compartirla, a los niveles elevados. Sabes perfectamente de quién hablo y haces bien en creer que no es necesario que se establezca una cita, o algo similar, ya que tu hija dijo en un momento ‘si no lo conozco ahora, lo conoceré otra vez’. Es importante que lo conozca, porque es importante que sepa apreciar la vida que llevas.
Tus hijas tienen que comprender que has venido a Bariloche no solamente para estar cerca de una de ellas, sino en una gran misión y en esa gran misión Sergio es tu compañero. Sé que, especialmente a tu hija mayor esto le va a resultar muy difícil, por eso también sigue el consejo de tu otra hija de que no menciones las palabras ‘alma gemela’, no menciones nada de eso, pero es importante que conozca al ser que es Sergio y como tal poder apreciarlo.
Creo que por esta noche te he dado suficiente trabajo, suficiente con el día de hoy. Sé que ni siquiera has podido terminar lo anterior. No importa, ya saldrá. Quédate tranquila, estás custodiada por nosotros y aunque no notaste tanto todavía la presencia angelical, como lo has manifestado, cuenta con ella, todos estamos cuidándote, todos estamos protegiéndote, porque eres muy importante para el avance de la Madre Tierra, para todo lo que ustedes llamarían el ‘futuro’.
Les mando todo mi amor, toda mi comprensión, Yo Soy YESHUA.
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