Alexiis, 25 de marzo, 2010
Diez y veinte y nuevamente la energía que siento va en aumento así que aquí estoy dispuesta para recibir otro mensaje si hace falta. . . .
Soy la MADRE MARÍA, Alexiis y vengo para extender mi manto de luz y de amor sobre todos ustedes, mis queridos hijos.
Sé que hay mucho caos actualmente en el planeta, hay mucha desorientación, desinformación y la información que llega está siendo puesta en duda. Más o menos nadie sabe hacia donde dirigirse, son pocos los que se mantienen firmes en su posición y siguen adelante.
Felizmente Alexiis eres una de ellas, como se diría, contra viento y marea, te felicito mi hija, sigue así. Sabes que cuentas con el apoyo de todas las huestes celestiales.
Estamos muy atentos a lo que pasa a cada uno de ustedes, porque ustedes en este momento son fundamentales para transmitir la información que tiene que ser recibida por el resto de la humanidad la que todavía no está en condiciones de escucharnos, aunque les hablemos.
Así que necesitamos imperiosamente de ustedes, los que se llaman canales, para hacerles llegar nuestras palabras, para hacerles llegar nuestras instrucciones e indicaciones y fundamentalmente consejos y amor para seguir adelante en estos momentos tan duros para la vida humana.
Todos, aunque no sean trabajadores de la luz, están sintiendo en una forma u otra los embates energéticos a los que están siendo sujetos, porque además de lo que está pasando a nivel humano, está la inmensa entrada de energía benéfica, pero que sus cuerpos no pueden asimilar instantáneamente y por consiguiente les produce desazones, descomposturas y cosas por el estilo. Todo eso es natural, suena muy raro, pero es natural, tienen que atravesarlo porque sus cuerpos tienen que adecuarse a esa nueva energía entrante que es la que los llevará a la meta tan ansiada de la ascensión.
Simplemente les quiero mandar todas mis bendiciones y amor, no desfallezcan queridos hijos. Esta época es muy difícil, pero no desfallezcan ya que les espera una Era de Luz y de Amor.
Yo Soy la MADRE MARÍA que extiende su inmenso manto de luz y de amor sobre todos y cada uno de ustedes.
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