EL CREADOR/A

Alexiis, 24 de febrero, 2010

Buenas tardes amados Maestros, son las cuatro y veinticinco, acá estoy con María Luisa que hace rato me dijo que ustedes me iban a hablar, pero no sentí nada, pero ahora sí siento vuestra presencia, así que aquí me presento para ver quién tiene que transmitir un mensaje. Quedo esperando. . . . .

Upsa, ¿quién es?. . . . Sé que eres de la luz, pero es fuertísimo. . . .

Sí mi hija, tienes razón, mi energía es fuerte, es la más fuerte que se pueden imaginar. Sabes quién soy, el CREADOR, la CREADORA, el TODO, el UNO, el YO SOY EL QUE YO SOY, el nombre que me quieran dar, ustedes saben que todo eso es lo mismo.

Soy la energía máxima de la creación del universo y vengo esta tarde a saludar a dos de mis trabajadoras de la luz para bendecirlas y junto con ustedes bendigo a todos los otros que están activos, a todos ustedes, alentándolos a que sigan, alentándolos a que – a pesar de los embates que reciben – sigan adelante, mantengan su fe y su fuerza en alto.

Sé perfectamente que están pasando por momentos difíciles, pero también están conscientes que ustedes eligieron vivir esta época en la Madre Tierra, eso es lo que vengo a recordarles. Nadie de ustedes es víctima de las cosas por las que está pasando, está pasando por las cosas que su alma eligió vivir, son aprendizajes que todavía tienen que hacer para llegar a la total pureza, a la total manifestación. . . .

Tranquila Alexiis, tranquila. . . ., respira. . . ., para llegar a la total manifestación de ser los seres divinos que son. Ustedes tienen la capacidad, no por algo están en la posición en la que se hallan. Aunque a muchos les cuesta todavía aceptar lo divinos que son, pero todos ustedes son mis hijos, lo que pasa es que, como siempre, hay unos hijos más avanzados que otros y en este momento los más avanzados son los que se ven enfrentados a mayores embates, pero ustedes, siendo creación mía son capaces de superarlos.

Así que no se dejen doblegar, ustedes saben que cuentan con todo el apoyo de las huestes celestiales y aunque de momento a momento se les presenten cosas que hasta les pueden hacer doler, sepan que son profundamente amados y honrados. Los quiero a todos ustedes por igual, no hago diferencia, aunque alguno de ustedes esté más avanzado en el camino que otro, para mí son todos uno, son todos iguales y mi amor les llega por igual, pero, hay un pero.

Muchos de ustedes no se sienten capaces de recibir mi amor, o no se creen merecedores de recibirlo. Para recibirlo perfectamente tienen que estar con el corazón abierto, pero también tienen que saber que son merecedores, acá no sirve la minusvalía, no sirve. Ustedes todos son seres divinos, todos vienen del mismo origen. Lo que pasa es que algunos han estudiado más y se han desempeñado más y se han desarrollado más. Esa es la diferencia, pero no hay jerarquías, no hay diferencias, para mí todos son iguales, incluso, y eso es algo que a muchos les cuesta aceptar, incluso para mí un asesino, un ladrón, también es hijo mío. Lo que pasa es que ese hijo está en el sendero equivocado para volver al hogar.

Ustedes, los que están en el sendero correcto, a esos hijos que están equivocados, tienen que quererlos más todavía, tienen que brindarles su amor, tienen que brindarles su luz, irradiarlos con su luz. Eso es lo que tienen que tener en cuenta.

Si ustedes guardan todavía en su interior recuerdos de afrentas que sufrieron en algún momento en esta vida, o en vidas anteriores, tienen que perdonarlos. Únicamente con el perdón sincero y completo ustedes pueden seguir en el sendero de la luz, porque si no perdonan de corazón, hay una pequeña pizca de hiel que queda en su corazón y los envenena.

Por consiguiente todos ustedes, todos ustedes vayan a su interior, vean si queda todavía alguna sombra de oscuridad o aunque sea una sombra de sombra, tiene que ser pura luz, todo su interior tiene que ser resplandeciente, porque cada átomo de ustedes es una luz en sí y todas juntas iluminadas, hacen un gran ser de luz y eso es lo que tienen que ser todos ustedes.
Esto es lo que vengo a transmitir en esta tarde. Sé Alexiis que mi energía te deja bastante agotada, pero sé que eres capaz de recibirme y por eso me manifiesto a través tuyo.

Nuevamente a ustedes dos vayan mis bendiciones, como van mis bendiciones a toda la humanidad. Yo Soy el CREADOR, la CREADORA, el UNO, el YO SOY EL QUE YO SOY.

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