viernes, 9 de mayo de 2008

XIUSTI – LA LIBÉLULA - DEJEN QUE SU LUZ ILUMINE

9 de mayo, 2008
Buenas noches o buenos días amados Maestros, son las tres y cuarto de la madrugada. Me conecto porque no estoy segura si me llamaron o no, en fin, aquí estoy, encantada si alguien tiene un mensaje para transmitir.
Saben, en cierta forma extraño los continuos mensajes, aunque en un momento era mucho, pero, no sé, me gustaba, me hacía sentir bien y ahora realmente los extraño, pero sé que no siempre puede ser lo mismo. Esto justamente es lo que tengo que aprender, a vivir con la diferencia, a aceptar que una vez las cosas son de una forma y luego de otra. Quedo esperando. . .
¿Quién está ahí? ¿Quién es? ¿Quién eres? Percibo una energía muy suave, muy etérea. . . ¿Eres la libélula que una vez trató de transmitir un mensaje y no lo pude captar bien? ¿Eres Xiusti?

Una dulce voz como de niña – Sí, Alexiis, soy yo, tienes razón. Sabíamos que en algún otro momento me iba a presentar y hoy sí, vengo porque me parece que a Alexiis le hace falta un poco de lo etéreo, un poco de aflojarse, de dejar ir, de no tomar las cosas tan en serio. Todo eso lo sabe perfectamente Alexiis, pero reconozco que hay momentos en que a lo mejor el cúmulo de cosas la abruman.
Pero sabes, te estabas preocupando porque tenías presente el cielo lleno de cenizas, incluso fuiste afuera para sacar la ropa, para que no se llene de ceniza y te asombró ver el cielo estrellado. Es que por un momento para vos se corrió la cortina, pudiste ver más allá de ello y desde ese momento está esa – no es intranquilidad dentro tuyo – sino es ese estado de no saber, por un lado el cielo estrellado y por otro lado lo que te habían mostrado los noticieros.
Ay Alexiis sabes, sabes que no tienes que tomar las cosas al pie de la letra. Sabes que no te tienes que llenar o dejar infundir temor con esas noticias. Sabes perfectamente, y sé que lo sabes, que vos estás en el momento adecuado en el lugar seguro, tal como lo enseña un maestro. Lo sabes perfectamente, pero evidentemente la vida en la tercera dimensión, en donde ustedes viven, es tan, tan densa, tan densa que para nosotros es un imposible y tan densa que sabe opacar tu luz y eso es lo que no debes dejar.
Tienes que dejar que esa luz brille, con esa inmensa capacidad que tienes. También la tiene Anita, lógicamente no tanto, pero entre las dos hacen una irradiación de luz enorme y esa luz tiene que seguir y para seguir tienes que recordar todo eso. Sé que lo recuerdas, lo que pasa es que aparentemente en el momento te es difícil ponerlo en práctica.
Pero todos ustedes, todos ustedes los humanos, tienen que ponerlo en práctica. Está bien, yo ahora hablo con Alexiis, porque ella es la que es capaz de recibir mi mensaje pero en realidad de todos ustedes son muy pocos los que no se abruman por las cosas que están pasando. Y lo más importante es que esa gente que aparentemente permanece tranquila frente a lo que sucede, no es que permanezca tranquila, porque no le interesa, sino que saben que tienen que ponerse en el lugar en que tienen que estar.
Es un aprendizaje para todos. Todos ustedes, no se dejen abatir por las circunstancias, por más duras que sean las cosas, piensen, piensen que ustedes no saben si van a vivir a la hora siguiente, entonces aprovechen cada minuto, aprovechen cada instante y vivan en el Ahora. No se dejen infundir con el miedo o por la intranquilidad, o lo que sea.
No, ustedes tienen que seguir reluciendo, tienen que ir irradiando esa enorme luz que tienen. Hoy vengo simplemente para eso, para recordarles que tienen que vivir cada instante y tienen que gozar de cada instante. Tienen que ver el lado bueno de todo. Muchas, la mayoría de las veces Alexiis lo consigue, en este momento está un poco abatida, pero no, no. Eres un ser de luz así que como tal resplandece, ilumina, alumbra. Eso es lo que les deseo a todos ustedes.
Les mando toda mi energía, todo mi amor, Yo Soy LA LIBÉLULA, XIUSTI. Esta noche los dejo, hasta la próxima.

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