LA IMPORTANCIA DE MANTENER LA CALMA

Alexiis, 16 de enero, 2011

Sinceramente no tenía pensado escribir sobre este tema, pero día tras día me doy más cuenta de la importancia que tiene mantener la calma ante la situación más dramática que se pueda producir.

De muchas formas ya se han enterado que el sábado pasado he tenido otro de los famosos ‘ataques’, que algunos creen que es un invento mío, o que es algo interior que tengo que solucionar, pero lamentablemente en mi caso no es así, sino que son intentos para sacarme del camino, o mejor dicho para que deje la actividad de lo que estoy haciendo, la que en un cien por ciento es la de la comunicación con todos ustedes.

En principio no quise comentar esto ya que suena realmente tan ‘loco’ pero ya el otro día mi amado Maestro Yeshua hizo una breve mención de ello.

Mi intención no es tanto relatar lo que me ha pasado, aunque tengo que hacerlo para que comprendan la conclusión a la que he llegado y la que es el motivo de este escrito.

El sábado a la mañana me levanté realmente bien, sin problemas de presión, sintiéndome físicamente bien y con alegría esperando subir de nuevo la cuesta hacia la salud real.

A la mañana estuve en la computadora y luego después del almuerzo quise aprovechar un momento el hermoso sol primaveral.

Les comento que en la parte trasera de mi casa tengo una gran parte con paste y otro con lajas, donde tengo la reposera etc. Incluso antes de acomodar la reposera me crucé por el pasto para apreciar si el árbol de cerezas ya estaba como para sacar fruta, e incluso probé una.

Siempre cuando estoy afuera me llevo el celular y el teléfono inalámbrico ya que vivo sola por cualquier eventualidad, pero ese día primero salí con una manta que pongo sobre la reposera y queriendo correrla un poco de lugar, sin saber como, me caí de frente, lastimándome tremendamente ambas rodillas, las manos por amortiguar el golpe y no dañarme la cara, aunque el labio me lo rompí un poco.

Ahí estaba tirada en el piso con un sol totalmente rajante. Me senté para ver si me podía poner de rodillas para levantarme, pero el dolor era tan lacerante que era imposible.

Y aquí viene el motivo del mensaje, el haber mantenido la calma y no haber dado paso a la desesperación. Primero me fijé si había movimiento en casa de uno de los vecinos, pero silencio total. Detrás de mi terreno hay un amplio predio con pasto en donde con frecuencia juegan al futbol u otros eventos, no había un alma a la vista, solamente un caballo y un pájaro que vino al jardín.

No me podía levantar, ya que de por si tengo un problema serio y falta de energía en las piernas, pero estaba totalmente consciente que de alguna forma tenía que salir del sol, porque ya con los nervios de la caída tenía la boca totalmente seca y el sol fuertísimo, no era como para quedarme cómodamente horas en el piso.

Tenía que llegar a la casa, avanzando de panza imposible por las rodillas lastimadas así que poco a poco fui tirando la manta por delante para sentarme sobre ella y no las lajas que me hubieran abierto la piel aún más y empujándome con la mano fui lentamente avanzando.

No tengo idea del tiempo, en ese momento lo único que sabía era que tenía que salir del sol.

Finalmente llegué a la casa, pero igualmente no conseguí levantarme, los brazos no daban, cada vez tenía que hacer pausas entremedio porque el esfuerzo hecho solo con los brazos me hizo faltar el aire.

Luego me arrastré hasta el baño pero tampoco conseguí levantarme y al final me fui arrastrando hasta el dormitorio y ahí luego de haber estado dos horas digamos tiradas, conseguí llamar a mi hija para que venga a auxiliarme.

No hace falta que detalle los dolores, magullones etc., que tengo en el cuerpo, alcanza la fantasía de cada uno. Hasta por los dolores creí haberme fisurado costillas, pero aparentemente fue el esfuerzo.

Lo importante para mi en toda esta experiencia, en la que hoy, después de una semana, sigo con muchísimos dolores, es que he conservado la calma y haber tenido la mente suficientemente clara como para saber que sea como sea tenía que salir del sol y entrar a la casa.

Desde el primer momento supe que no era que había tropezado, sino que era uno de los tantos accidentes que he tenido en los últimos años en que he estado trabajando para la luz. Esto no es solo idea mía, me fue confirmada por los Maestros e incluso un grupo de hermanos que trabajan en la liberación de fuerzas del mal me comentó que era un intento de producirme una muerte aparatosa.

Otra cosa, como para aliviar los dolores me hice hacer masajes, a los dos días ante molestias que sentí en la cabeza pero no poder verlo sola, mi masajista descubrió que había 5 bultitos distribuidos en la parte superior que a ella le produjeron unos bostezos tremendos, señal que algo negativo estaba presente, luego confirmado con péndulo.

De todo esto lo más importante es el haber conservado la calma, porque de lo contrario no sé lo que podría haber pasado si me quedaba ahí afuera tirada por horas y horas al sol rajante.

No iba a escribir esto, pero justamente muchos eventos ocurridos en los últimos días me hicieron reflexionar que lo de “conservar la calma” era de máxima importancia ante cualquier situación que nos puede presentar la vida.

Espero que no les haga falta este consejo, pero también vale la pena tenerlo en cuenta.

Creo que esto es explicación suficiente del porqué estos días no estoy tan activa como de costumbre.

Con amor, Alexiis

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