Esta tarde tuve la visita de una amiga para que le ayude a canalizar. Ya una o dos veces lo había conseguido, pero se bloqueaba. Ya algunas veces he conseguido hacerlo, así que como siempre le daba las indicaciones pertinentes de relajación, de cómo iniciar el contacto y por supuesto el grabador en mano.
Ahora hoy fue distinto, mientras le transmitía las instrucciones a ella sentía fuertemente la presencia de una energía y traté de que ella la manifieste, pero lo único que llegó a sentir fue como un fuerte casco en al cabeza. Yo cada vez sentía más y más la necesidad de conectarme hasta que finalmente procedí a conectar mi grabador y relato a continuación lo que sucedió:
“Amados Maestros, buenas tardes, ustedes saben perfectamente que no era mi intención canalizar ahora, pero siento la presencia de una energía, una energía que percibió XXXX, pero que no le dio el nombre. Entonces yo, en mi capacidad de canal, pido que por favor esa energía se identifique. Por favor, si eres un Ser de Luz, dame tu nombre. . . Pausa. Por favor identifícate si eres un Ser de Luz, porque si no, cierro el canal, cierro el canal y corto la comunicación. Así que por favor identifícate. . . (tuve que reírme) Ay Dios mío, perdón, no quise hablarte así
ALCE LIGERO,
Cacique Cherokee
Sé que tienes problemas en comunicarte, no me he dado cuenta de que eras vos. Sí, lo que XXXX aparentemente sintió como un casco, es el adorno que vos llevas en la cabeza. Claro esto ella no lo puede percibir, amado ser, es imposible (riéndome), a ella le tienes que manifestarte con palabras, como lo hiciste al principio conmigo, que me llamabas ‘mujer blanca’, ahora ya conoces mi nombre. Bueno, me quedo en silencio esperando lo que quieras decir. . .
Ay mujeres blancas, Alexiis y XXXX, me cuesta, me cuesta horrores. Alexiis sabe que no estoy acostumbrado, no estoy acostumbrado a transmitir mensajes, pero como Águila Blanca siempre me insiste que lo haga – con Alexiis ya he llegado a una cierta fluidez – como ustedes lo llamarían.
Pero lógicamente, es cierto que vos mujer blanca (se está dirigiendo a XXXX) también estás muy en consonancia con la Madre Tierra. Entonces de ahí vino que quise contactarte, pero perdona – no supe cómo hacerlo. Ya va a llegar el momento en el que vas a poder recibir mis mensajes y transmitirlos.
Esto es sumamente difícil, toda esa – como ustedes lo llaman – esa tecnología, permite grandes cosas para la comunicación entre ustedes, pero cuánto más fácil era, Alexiis, cuando íbamos galopando por las praderas, cuando nos sentábamos alrededor de la fogata, mirando las estrellas, gozando de la vida, siendo acariciados por el viento, por el sol, por todo.
Cuánto más fácil era, cuánto más fácil era el contacto con la Madre Tierra, bendecíamos cada cosa que comíamos. Sí, es cierto, matábamos a búfalos, pero ¿para qué?, para comerlos, porque ellos se ofrecían, ellos lo hacían con gusto, porque sabían que con eso nos ayudaban a mantenernos vivos.
Todo eso se ha perdido en gran parte para ustedes. Son tan pocos de ustedes los que tienen la costumbre de bendecir el plato de comida, de bendecir el origen, de bendecir el aire, el viento que los acaricia, las flores, las hojas.
Ayer mismo ustedes vivieron una cosa, yo estuve muy cerca, ustedes estaban en el grupo, se estaba manifestando una energía no tan agradable, y ¿qué pasó?, dos pajaritos empezaron a jugar justo delante de la ventana, con su pi-pi-pi-pip en tal forma, que vos fuiste la primera en darte cuenta, pero todos los otros se quedaron mirando afuera al juego de los pajaritos.
Ellos les decían, ¿por qué en lugar de sentir algo negativo, por qué no se aman, por qué no aprovechan el estar juntos, el brindarse amor el uno al otro? Hay tantas cosas que ustedes se han olvidado y que tienen que volver a aprender.
Esto no estaba pensado esta tarde, yo no pensaba venir, yo no pensaba transmitir un mensaje. XXXX vos me llamaste, me llamaste, sin saber, sin pensar en mí, sin nada. Por suerte Alexiis tiene la percepción que ese casco en tu cabeza le llamó la atención y ella sentía la energía y por eso, a pesar de que ya había cerrado su grabador, lo volvió a abrir, como que percibiendo que a lo mejor ella tenía que intervenir.
Yo las quiero y las bendigo, ustedes son Trabajadoras que Aman a la Madre Tierra, sigan adelante así.
Y esto va para toda la humanidad. Empiecen a amar a la Madre Tierra, a todos los reinos, a la naturaleza, al aire, al agua, a la lluvia, aún a los truenos.
Amen, amen, jueguen y diviértanse.
Con todo mi cariño – un poco quizás raro para ustedes – mujeres modernas, pero con todo mi corazón, yo soy ALCE LIGERO.
Ahora hoy fue distinto, mientras le transmitía las instrucciones a ella sentía fuertemente la presencia de una energía y traté de que ella la manifieste, pero lo único que llegó a sentir fue como un fuerte casco en al cabeza. Yo cada vez sentía más y más la necesidad de conectarme hasta que finalmente procedí a conectar mi grabador y relato a continuación lo que sucedió:
“Amados Maestros, buenas tardes, ustedes saben perfectamente que no era mi intención canalizar ahora, pero siento la presencia de una energía, una energía que percibió XXXX, pero que no le dio el nombre. Entonces yo, en mi capacidad de canal, pido que por favor esa energía se identifique. Por favor, si eres un Ser de Luz, dame tu nombre. . . Pausa. Por favor identifícate si eres un Ser de Luz, porque si no, cierro el canal, cierro el canal y corto la comunicación. Así que por favor identifícate. . . (tuve que reírme) Ay Dios mío, perdón, no quise hablarte así
ALCE LIGERO,
Cacique Cherokee
Sé que tienes problemas en comunicarte, no me he dado cuenta de que eras vos. Sí, lo que XXXX aparentemente sintió como un casco, es el adorno que vos llevas en la cabeza. Claro esto ella no lo puede percibir, amado ser, es imposible (riéndome), a ella le tienes que manifestarte con palabras, como lo hiciste al principio conmigo, que me llamabas ‘mujer blanca’, ahora ya conoces mi nombre. Bueno, me quedo en silencio esperando lo que quieras decir. . .
Ay mujeres blancas, Alexiis y XXXX, me cuesta, me cuesta horrores. Alexiis sabe que no estoy acostumbrado, no estoy acostumbrado a transmitir mensajes, pero como Águila Blanca siempre me insiste que lo haga – con Alexiis ya he llegado a una cierta fluidez – como ustedes lo llamarían.
Pero lógicamente, es cierto que vos mujer blanca (se está dirigiendo a XXXX) también estás muy en consonancia con la Madre Tierra. Entonces de ahí vino que quise contactarte, pero perdona – no supe cómo hacerlo. Ya va a llegar el momento en el que vas a poder recibir mis mensajes y transmitirlos.
Esto es sumamente difícil, toda esa – como ustedes lo llaman – esa tecnología, permite grandes cosas para la comunicación entre ustedes, pero cuánto más fácil era, Alexiis, cuando íbamos galopando por las praderas, cuando nos sentábamos alrededor de la fogata, mirando las estrellas, gozando de la vida, siendo acariciados por el viento, por el sol, por todo.
Cuánto más fácil era, cuánto más fácil era el contacto con la Madre Tierra, bendecíamos cada cosa que comíamos. Sí, es cierto, matábamos a búfalos, pero ¿para qué?, para comerlos, porque ellos se ofrecían, ellos lo hacían con gusto, porque sabían que con eso nos ayudaban a mantenernos vivos.
Todo eso se ha perdido en gran parte para ustedes. Son tan pocos de ustedes los que tienen la costumbre de bendecir el plato de comida, de bendecir el origen, de bendecir el aire, el viento que los acaricia, las flores, las hojas.
Ayer mismo ustedes vivieron una cosa, yo estuve muy cerca, ustedes estaban en el grupo, se estaba manifestando una energía no tan agradable, y ¿qué pasó?, dos pajaritos empezaron a jugar justo delante de la ventana, con su pi-pi-pi-pip en tal forma, que vos fuiste la primera en darte cuenta, pero todos los otros se quedaron mirando afuera al juego de los pajaritos.
Ellos les decían, ¿por qué en lugar de sentir algo negativo, por qué no se aman, por qué no aprovechan el estar juntos, el brindarse amor el uno al otro? Hay tantas cosas que ustedes se han olvidado y que tienen que volver a aprender.
Esto no estaba pensado esta tarde, yo no pensaba venir, yo no pensaba transmitir un mensaje. XXXX vos me llamaste, me llamaste, sin saber, sin pensar en mí, sin nada. Por suerte Alexiis tiene la percepción que ese casco en tu cabeza le llamó la atención y ella sentía la energía y por eso, a pesar de que ya había cerrado su grabador, lo volvió a abrir, como que percibiendo que a lo mejor ella tenía que intervenir.
Yo las quiero y las bendigo, ustedes son Trabajadoras que Aman a la Madre Tierra, sigan adelante así.
Y esto va para toda la humanidad. Empiecen a amar a la Madre Tierra, a todos los reinos, a la naturaleza, al aire, al agua, a la lluvia, aún a los truenos.
Amen, amen, jueguen y diviértanse.
Con todo mi cariño – un poco quizás raro para ustedes – mujeres modernas, pero con todo mi corazón, yo soy ALCE LIGERO.
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