Alexiis
20 de septiembre, 2010
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Desgrabación:
Dhana
sm_dhana@hotmail.com
Buen día amados Maestros, son las nueve y cincuenta de la mañana y siento una alteración interna muy grande, que no se si ustedes me están llamando.
Me he fijado si hay terremotos ó no sé, pero evidentemente que tengo que volver a acostumbrarme a las llamadas más frecuentes de ustedes, los que por supuesto, le doy la bienvenida.
Me siento mucho mejor cuando estoy en épocas de canalización que en esas épocas de silencio.
Así que ahora sí, quedo en silencio, esperando.
“Alexiis, habla Gaia, la Madre Tierra, hace mucho que no me manifiesto a través tuyo, y hoy he venido con una razón muy especial.
Yo sé que a raíz de unos mensajes que ha recibido un compañero tuyo, llamado Sorem, y junto contigo, están armando toda una cadena de amor para trabajar cotidianamente, para el beneficio de la humanidad, y de mí, de la Madre Tierra.
Queridos hijos, como bendigo a todos y cada uno de ustedes, que están participando en esto, ustedes no saben, no se pueden imaginar, cuanto bien me está haciendo todo esto.
Realmente el que se estén empezando a dar cuenta que me hace falta el saludo cotidiano, no solamente, de vez en cuando algunos grandes actos, si, por supuesto, me encanta.
Pero, la toma de conciencia cotidiana, el saludo cotidiano, porque soy un ser sintiente, tal como lo son ustedes, y eso es lo que me hace bien.
Así que bendigo a cada uno que se anote, aunque sé Alexiis, que te está superando por mucho, lo que vos habías pensado hacer. Pero, también sé el contento que te produce que finalmente hay un medio que ha sido capaz un poco, de sacudir a la humanidad, un medio por el cual, en grupos de doce, algunos solos, pero tomando conciencia de la importancia de sentir amor, de emitir amor hacia todo, no solamente hacia la humanidad, hacia todos los reinos, y en este caso, dirigidos a mí.
Cada vez más, aumenta la confianza y la seguridad, no solo la confianza, sino la seguridad de que juntos lo lograremos, juntos avanzaremos a la meta tan ansiada. Yo de liberarme de toda la toxicidad que queda en mi cuerpo, y ustedes también, haciendo las limpiezas internas, adaptándose cada vez más al cuerpo de luz, como se llama, para iniciar juntos el gran cambio.
Los bendigo mis queridos hijos, a todos y a cada uno, los que forman los grupos y a los otros que no. Benditos sean, todos ustedes. Les habla Gaia, la Madre Tierra.”
Ay Gaia, gracias, tanto tiempo no había hablado contigo, pero es cierto, yo tampoco no estaba como para andar hablando mucho.
Bueno, seguimos adelante amada Gaia, seguimos adelante.
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