Alexiis, 15 de enero, 2010
Buen día amados Maestros, son las cuatro menos diez de la madrugada y siento la presencia de alguno de ustedes, así que aquí estoy dispuesta a recibir el mensaje que deseen transmitir. Con todo amor quedo esperando. . . . Percibo:
Hay fuertes vientos que azotan tanto al planeta como a la humanidad. Son ráfagas a las que se ven sometidos, tanto el reino vegetal, los otros reinos y también los humanos.
Ustedes los reciben como enfrentamientos o ataques a los que se ven sujetos por otras energías que los quieren hacer tambalear, pero tal como la naturaleza que se agacha frente al viento y luego se vuelve a levantar, es necesario que los trabajadores de la luz y la humanidad en general, proceda de la misma forma.
Como siempre Alexiis, te preguntas quién es el que te está hablando, Yo Soy el VIENTO, digamos la ENERGÍA DEL VIENTO, la que se manifiesta. Podríamos decir que no solamente del viento, sino de las fuertes ventiscas, ráfagas, todo lo que tiene que ver con el aire.
Es necesario que ustedes tomen conciencia de esto, porque en muchas partes del planeta se están manifestando cuestiones climáticas contrarias a lo normal. Yo sé que vos misma, Alexiis, has observado los fuertes vientos que azotan a tus árboles desde la ventana donde estás sentada comunicándote conmigo.
Sí, así también ustedes son zarandeados, no por mí, en este caso, sino por otras energías adversas que quieren hacer que tambaleen. Que tambaleen, que se caigan y que abandonen el trabajo que están haciendo. No lo permitan, no lo permitan porque ustedes son los que tienen que estar fuertes como faros de luz que enfrentan las tormentas para guiar a los navegantes sanos y salvos al puerto.
Sí, ustedes son los faros de luz de la humanidad, los faros de luz que tienen que ayudar al hermano, aún cuando ese hermano en cierto momento pierda su camino, pierda su sendero. Ustedes están ahí, fuertes, iluminando todo a su alrededor para que el viajero que se ha perdido encuentre nuevamente el sendero sano y salvo.
Casi se podría decir que la misión de ustedes, los faros de luz, es la de orientar al viajero. Para ustedes no existe ni horario, ni día franco, ni nada, ustedes tienen que estar firmes en su puesto para que cualquiera que busque cobijo, que busque ayuda, la pueda recibir.
Bendigo a todos los que están trabajando para la luz, para el amor, para la paz, Yo Soy la ENERGÍA DEL VIENTO.
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