Alexiis, 14 de abril, 2010
Son las once y veinte de la noche y repentinamente siento con fuerza la presencia de alguien de ustedes. Quedo esperando. . . . Percibo:
Como tantas veces se les ha enseñado tienen que aceptar la presencia de vuestro propio niño o niña interior. La mayoría de ustedes ni está consciente de nuestra existencia o muy pocas veces se relacionan con nosotros.
Sí Alexiis, también a vos tengo que llamarte la atención frente a la poca atención que me das, soy tu NIÑA INTERIOR y sin embargo lo que vos percibiste recién como la presencia de uno de los Maestros de quienes transmites mensajes, era yo que estaba saltando y bailando por la música que escuchaste.
Quiero aclarar que hemos escuchado la típica música de Bolivia, del Altiplano, y hemos visto las hermosas imágenes de lo que en parte fue nuestra patria ya que ahí hemos pasado los años de infancia. Por supuesto muchas imágenes trajeron muchos recuerdos (una amiga que también estuvo en Bolivia me mandó un hermoso Power Point de Bolivia), y a esa es la agitación que has sentido. Soy tu niña interior la que me he manifestado y soy yo la que te estoy hablando, yo, la niña interior de la que muy pocas veces estás consciente.
Sé que hubo una época en que estabas más consciente de mi existencia, que tratabas de prestarme mayor atención, pero después el contacto que en cierto momento hemos tenido otra vez se esfumó. En general no me quejo porque sé que llevas una vida de crecimiento, de amor y no puedo decir que no me brindas amor, pero recién desde hace muy poco tiempo, estás empezando a quererte más a vos misma y por consiguiente a mí, aunque no hayas tomado conciencia de ello.
Es difícil para mí manifestarme en esta forma frente a vos, pero te recuerdo que hubo algunos años en que para Navidad me regalabas algo especial, cosa que aprendiste de tu maestra de Lemuria y lamentablemente las dos últimas Navidades no estabas en buen estado de salud y eso se quedó en el olvido.
Hay uno de los tantos canales que traduces o envías sus mensajes, que siempre se pasa hablando del niño interior, de la madre y del padre interior, etc., y yo sé que a veces hasta te resulta cansador por la tanta repetición. Sí, lo entiendo y también comprendo que una cosa que se repite una y otra vez, a la larga cansa.
Ay, ¿viste el angelito que apareció?, se podría decir que es Celestina, tu Angelita de la Guardia, que se manifestó estando contenta por este contacto interno que estás teniendo.
Para vos es muy raro el que yo me manifieste. Sí, sabes que existo y me reconoces y hasta me has dado el mismo nombre por el que te llamaban en tu infancia, o sea “Itaken”. Ya sé que hoy, en el idioma actual suena muy raro, pero no importa, no importa ya que lo importante es que somos Uno, soy una parte tuya y cuando vos eres feliz, yo estoy feliz y cuando vos estás angustiada, yo lo estoy, porque aún y a pesar de que no vivas constantemente consciente de mí, estamos llevando una vida armónica.
No puedo quejarme y decir que estoy ni encerrada, ni atemorizada, o violentada, no, eso no es así, lo único que me gustaría es que tuviéramos un poco más de alegría. Sé que estás luchando para conseguirlo, lo vamos a lograr y creo que si vuelves a tenerme un poco más en consideración, eso te va a ayudar también.
Te va a ayudar también porque por ejemplo jugar, nunca hemos aprendido a jugar, tal como no hemos aprendido a reír hasta hace poco tiempo atrás y tampoco sabemos llorar. Son todas cosas que nos han condicionado tanto de vidas anteriores como en esta vida.
Ahora la música, que fue la música de nuestros años de infancia, produjo que yo me quisiese manifestar frente a vos y sé que estás conmovida por eso. Ven abracémonos, nos abrazamos las dos juntas brindándonos el amor mutuo y honestamente espero que esto vaya en aumento.
Somos Uno y como tal nos brindamos el amor y se lo brindamos también a todos los seres humanos que lean este mensaje, ya que es tu y nuestra costumbre el compartir todo.
Hasta pronto, a lo mejor algún día me vuelvo a manifestar, Yo Soy ITAKEN.
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