8 de junio, 2008
Buenos días amados Maestros, por segunda vez hoy, es la una del mediodía, estoy descansando y escucho el timbre del teléfono, pero, no sigue llamando, así que lo único que me queda es pensar que son ustedes que me transmiten una señal.
Aquí estoy encantada si recibo un segundo mensaje de ustedes, quedo esperando con todo mi amor, como siempre. . . Respirando profundamente. . .
Buenos días amados Maestros, por segunda vez hoy, es la una del mediodía, estoy descansando y escucho el timbre del teléfono, pero, no sigue llamando, así que lo único que me queda es pensar que son ustedes que me transmiten una señal.
Aquí estoy encantada si recibo un segundo mensaje de ustedes, quedo esperando con todo mi amor, como siempre. . . Respirando profundamente. . .
Canto – AURALIAS, mi ballena. Hermanita, vengo porque sé que anoche nos llamaste. Anoche pediste nuestra presencia para ayudarte a sanar (para variar tenía 142 de pulso, lindo, ¿verdad?) para ayudare a mejorar, pero no era posible, nos veías pero no nos podías recibir, estabas tan metida en tu problema físico.
Hoy simplemente he venido para buscarte y llevarte a nadar. Agárrate del lomo de Aurelyan (mi delfín), ella está acá junto conmigo. Vos nos ves, y ahora imagínate, vamos a hacer un viaje hacia las profundidades del océano. Sabes que debajo del agua puedes respirar perfectamente, sin problema alguno.
Vamos a nadar con vos, vamos a nadar y el agua va a sanar a tu físico, va a energetizar a tu cuerpo, vas a ir recuperando, recuperando tu alegría, tu energía, todo lo que anduviste pidiendo anoche. Este es un viaje de sanación para tí.
Sabes que muchos de nosotros estamos a tu lado, nos puedes ver, y Aurelyan se pone a jugar con poco con vos, salta, gira, pero sabes que no corres ningún riesgo porque te aferras al lomo de ella y eres parte de ella, eres parte de ella surcando las aguas y ahora tienes la capacidad de ver, tienes la capacidad de ver la belleza que hay en el fondo del agua.
Ya sé que nunca has buceado en tu vida como Alexiis, o como Anita mejor dicho, lo sé pero has visto bastantes imágenes en lo que ustedes llaman películas como para que esto ha sido para tí algo existente, pero a lo que nunca te has metido, porque sé que hay criaturas marinas que no te son tan simpáticas y bueno, no es necesario que las contactes, ellas no te van a hacer nada, porque ellos en tí lo que ven es la Diosa Luz y la Diosa Luz es para ellos una alegría recibir la visita en el reino de ellos.
Todos, todos estamos contentos de tenerte acá, porque aunque no te sientas tan fuerte en este momento, estás irradiando tu luz, estás irradiando tu energía y esa es la conciencia que tienes que tener. Esa es la conciencia que tienes que tener aún en esos momentos negativos en que físicamente no te sientes tan bien.
Eres una Diosa Luz y como tal no va a llegar nunca el momento en que no irradies tu luz, a veces puede ser más fuerte, otras menos. Pero ahora, hoy, tomamos el compromiso de llevarte a la sanación.
Imagínate que ahora Aurelyan te deposita sobre un lecho de algas. Ahí te acuestas. Nosotras vamos a formar una ronda a tu alrededor, todas, todas vamos a emitir nuestras canciones, nuestros tonos que son sanadores, sanadores para tu cuerpo físico. Queda tranquilamente recostada, disfruta de la paz, de la alegría, del bienestar que te envuelve. . .
Distintas notas y cantos. . . . Notas con vibración. . .
Esa vibración pasa por todo tu cuerpo, agita a todas las moléculas, a todas las células, las despierta, indica que tienen que trabajar, tienen que sanar. Este ejercicio, sabes que lo tendrías que hacer todos los días.
Ay, hermanita, ¿por qué no te tomas el tiempo para hacer las cosas que tienes que hacer, para tu propio bien? Siempre quieres trabajar para los otros, pero acaso no te das cuenta que si vos misma no estás bien, no sirve que trabajes para otros porque el trabajo para los otros tiene que transmitir tu energía, tiene que transmitir tu capacidad de sentir, de brindar y eso se ve impedido si no te sientes bien. Entonces es fundamental, tal como hoy te lo dijo el Maestro Kirael, tómate el tiempo para tí. Hazlo hermanita. Hazlo.
Te dejo acá en el lecho reposando. Sola vas a volver a tu cuerpo físico, al cuerpo de Anita y el alma de Alexiis.
Me despido hermanita, hermanita. Cantos. . . . Cantos. . . . Adiós hermanita, Adios.
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